La restauración está cerrada debido a las restricciones para frenar la pandemia. | Teresa Ayuga

La desescalada en Baleares será lenta por la cepa británica de la COVID-19. Así lo ha confirmado este lunes el portavoz del Govern, Iago Negueruela, tras la rueda de prensa del Consell de Govern.

«La cepa inglesa nos obliga a ser mucho más prudente», ha argumentado y ha puesto como ejemplo que Alemania, con una incidencia acumulada menor que la de las Islas, está tomando medidas más duras.

También ha asegurado que la situación hospitalaria, aunque ha mejorado, sigue preocupando. «Hemos de mantener las medidas de protección para esta desescalada lenta», ha reiterado.

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El portavoz del Govern ha recordado que esta semana realizarán reuniones para terminar de cerrar las medidas para la desescalada, pero ha insistido en que lo más importante es la «prudencia».

Preguntado por otras comunidades autónomas, que tienen la restauración abierta pese a tener más contagios, ha asegurado que «no van tan bien como nosotros» y ha destacado que Baleares es una de las comunidades con la mortalidad más baja. Además, ha señalado que este viernes se revisarán las medidas y se abrirá el sector de la restauración, «en las condiciones de máxima seguridad».

Negueruela ha asegurado que «las medidas restrictivas cumplen su objetivo: parar la expansión del virus».

En cuanto a la exigencia de PCR para las comunidades con una incidencia acumulada superior a 150, el portavoz no ha dejado claro si Baleares solicitará que también sea obligatorio para los que la tengan más baja.