Antoni Riera, director técnico de la Fundació Impulsa. | Pere Bota

Tras casi un año de la irrupción de la COVID-19, que ha paralizado la actividad económica de Balears y ha hundido el Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas de forma mucho más intensa que el resto de España, quedan ya pocas voces autorizadas que aún defiendan una recuperación en forma uve (V). Esto es, una reactivación fuerte y acelerada. «Ya no sucederá, puesto que el impacto ha sido muy profundo y se alargará en el tiempo», reconoce el director técnico de la Fundació Impulsa, Antoni Riera. Sostiene, además, que la recuperación, cuando llegue, «no será un punto de retorno al escenario de 2019».

Lo que tiene claro a día de hoy Riera en cuanto a la economía post COVID es que la salida de la crisis no será acelerada y que no se regresará al 2019. Asegura que la pandemia ha conllevado una serie de factores que han llegado para quedarse y se han acelerado algunas tendencias globales. «El mundo evoluciona hacia otra manera de crecer», indica el director técnico de Impulsa, quien está convencido de que la pandemia «debería permitir a Balears acelerar la transformación».

Economía circular

Sobre el cómo se debe afrontar esta transformación, Riera lo tiene claro: apostar por la economía circular. Esto pasa por lograr la eficiencia a partir del aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos. Asegura que es la alternativa que mejor se adapta a Balears y defiende que se trata de una propuesta «viable y realista, al tiempo que la sociedad está preparada para dar el salto».

La Fundació Impulsa ha elaborado un documento, que «tiene gran acogida entre administraciones, organizaciones empresariales y otras entidades sociales», en el que defiende su apuesta de transformación hacia un sistema turístico circular. Esto supone, en palabras de Riera, cambiar el debate histórico que existe en Balears ya que las dimensiones temporales y sectoriales desaparecen.

Por tanto, la estrategia debe ir encaminada a diversificar «no para huir del peso del turismo, sino para ganar complejidad económica a partir de las ricas y variadas interrelaciones que admite con otras actividades industriales, agrícolas y del propio sector servicios». Asimismo, asegura que el sistema turístico balear «es susceptible de acoger una fuerte ofensiva en materia de productividad y revertir, así, la desventaja creciente que tanto en términos de réditos privados como sociales ha acusado el archipiélago de la mano de su elevada especialización turística».

Fondos europeos

Riera admite que esta transformación no es fácil ni será una realidad a largo plazo. Sin embargo, defiende que las Islas se encuentran ante una gran oportunidad para iniciar este camino. Apuesta por aprovechar los fondos europeos para avanzar en este cambio estratégico que supone la economía circular.

Recuerda que la Unión Europea ya ha marcado los ámbitos a los que dirigir estos fondos para la recuperación económica, entre los que la circularidad tiene cabida. «Sería un error ver estos fondos como una ayuda para sobrevivir. Tenemos la oportunidad de impulsar proyectos muy ambiciosos y arriesgados», concluye.

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Las Claves:

Hacia un modelo en el que todos los sectores son necesarios

El director técnico de la Fundació Impulsa Balears, Antoni Riera, explica que al abordar el debate del sistema turístico circular, «ningún sector sobra» ya que todos son necesarios para lograr este reto. El objetivo es apostar por recursos que tengan la mayor vida útil posible y por su reutilización.

Reutilizar los residuos textiles, un ejemplo de futuro

A la hora de ejemplificar la economía turística circular, Riera habla de reutilizar los residuos textiles. Esto es, fomentar una start up en reciclaje químico a escala industrial para textiles usados para dar una vida más larga y útil a los textiles de los hoteles. Además de un impacto ambiental, se potencia otra industria en las Islas.

Hacia la desaparición del fijo discontinuo

Hablar de éxito de la economía circular supone que desaparece la figura del trabajador fijo discontinuo, en palabras de Riera. Esto es así porque, al centrar la apuesta en el aprovechamiento de recursos, se incluyen todos, también los humanos. Supone, por tanto, aumentar la productividad del sistema.

La tecnología, clave en esta transformación

El documento de la Fundació Impulsa sostiene que la tecnología representa una gran fuerza para la economía circular y uno de los puntos en los que Baleares debe despegar. Detalla que existe una base de empresas de tecnología capaces de crear soluciones en materia de eficiencia energética o digitalización para facilitar el uso más eficiente de los recursos.

Green circular economy concept
La economía circular se basa en el aprovechamiento de recursos, donde prima la reutilización.