Desde el Govern prevén que las cifras del mercado laboral se estabilicen a partir de marzo. | M. À. Cañellas

Uno de cada diez trabajadores de Baleares está afectado por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). En febrero, un total de 38.649 personas tenían el empleo suspendido, la cifra más alta desde el pasado septiembre. Son 8.000 más que en diciembre, lo que se debe al endurecimiento de las restricciones en los primeros meses del año. Representan el 9,3 % del total de afiliados, casi el doble que la media estatal (4,7 %) y la segunda comunidad con más trabajadores en ERTE, solo por detrás de Canarias (11,6 %).

Entre estos trabajadores no figuran los fijos discontinuos, que desde octubre reciben una prestación extraordinaria, y representan alrededor de 85.000. Ninguno de ellos figura como parado, pese a que no están trabajando.

Baleares volvió a liderar el incremento del paro y la destrucción de empleo en febrero respecto a un año antes, cuando aún no había irrumpido la pandemia. Sin embargo, desde el Govern prevén que las cifras del mercado laboral se estabilicen a partir de marzo, según admitió ayer el director general de Ocupació, Llorenç Pou. Esta estabilización ya se ha iniciado en términos intermensuales y en febrero la afiliación aumentó ligeramente en comparación con enero.

El mes pasado, Baleares contabilizó 413.235 personas afiliadas a la Seguridad Social –entre las que figuran las que están en ERTE–, un 6,44 % menos que en el mismo período de 2019. Representan 28.432 afiliados menos. En el conjunto de España, la afiliación cayó un 2 %. Esta diferencia implica que la destrucción de empleo en las Islas fue tres veces más intensa que la media estatal.

Paro

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En cuanto a las cifras de paro, Baleares registró 84.581 personas sin empleo en febrero, un 47 % más que un año antes (27.016 personas). Este incremento fue el doble que la media de España (23,5 %).

La destrucción de empleo en las Islas está ligada a la precariedad. Pou explicó que los puestos de trabajo que se han perdido son los temporales, pues las cifras de afiliación de trabajadores con contrato fijo se han mantenido a lo largo del último año, algo que atribuyó a la protección que ofrecen los ERTE.

Reacciones

Patronales y sindicatos volvieron a manifestar ayer su preocupación ante los datos del mercado laboral. «Balears vuelve a ser la comunidad más perjudicada», indicó la presidenta de CAEB, Carmen Planas, quien reclamó «un rescate urgente» del Gobierno central y que se acelere el plan de vacunación en las Islas para tener temporada. También el presidente de PIMEM, Jordi Mora, insistió en la necesidad de que las Islas tengan temporada para lograr reactivar la economía, por lo que llamó a la responsabilidad individual para llegar «con las máximas garantías» al verano.

CCOO consideró que es necesario iniciar la desescalada «con mucha precaución» y exigió «el total cumplimiento de la normativa para que se pueda realizar una reactivación económica gradual y segura». La secretaria de Acción Sindical de UGT, Ana Landero, pidió «intensificar» el proceso de vacunación y «prudencia» en la desescalada para poder salvar la próxima temporada, tras calificar de «dramáticas» las cifras del paro.