El Parlament no abrirá una investigación sobre el proceso de vacunación de altos cargos. La propuesta presentada por Cs no salió adelante ya que los socios de Francina Armengol, Més y Podemos, se dieron por satisfechos con la salida de Carlos Villafáfila como coordinador de vacunación. Él fue uno de los que se vacunaron el primer día. El Govern también hará una auditoría al final del proceso para determinar si todo se ha hecho de forma correcta.

La portavoz de Cs, Patricia Guasp, aseguró que la vacunación de varios cargos o de autoridades como el obispo había generado alarma social. «Nos tratan por tontos –dijo– cuando aseguran al mismo tiempo que sobraban vacunas y que les tocaba vacunarse».
Para la diputada del PP Tania Marí los hechos son tan graves que debería estudiarlos la Oficina Anticorrupció de Balears, mientras que la diputada de PI Lina Pons también se sumó a la petición de una investigación al considerar que era un asunto de ejemplaridad. Idoia Ribas (Vox) destacó las contradicciones entre la presidenta y la consellera sobre este asunto.

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El diputado de Més Josep Ferrà reconoció que se estaba evaluando si el comportamiento era ejemplar, pero consideró que el lugar para juzgar estos hechos no era una comisión de investigación, sino la comisión de ética del Govern.

La portavoz de Més per Menorca, Patrícia Font, consideró que se trata de un debate ético, pero consideró que el asunto debe analizarse cuando haya avanzado el proceso de vacunación.

Antonia Martín, de Podemos, también defendió que se haga una auditoría cuando haya avanzado todo el proceso mientras que Juli Dalmau (PSIB) afirmó que el Govern ya ha dado todas las explicaciones y ha dicho que será implacable con quien se salte el protocolo.