Las fiestas de Semana Santa se quedan de nuevo sin reuniones familiares. | Redacción Digital

Empiezan a perfilarse las medidas que se aplicarán para prevenir los contagios en los días festivos de Semana Santa. Desde el próximo 26 de marzo hasta el 11 de abril, ambas fechas incluidas, no se permitirán reuniones de ningún tipo en los domicilios, más allá del grupo de convivientes. «Es absolutamente imposible controlarlo, salvo si no hay denuncias previas pero apelamos a la responsabilidad de los ciudadanos», reconoció la consellera de Salud, Patricia Gómez.

En cuanto al espacio público, fuera del domicilio, se permitirán los encuentros de hasta cuatro personas en un interior y de seis en el exterior, en ambos casos de hasta dos grupos de convivencia diferentes. Es decir, para ver a la familia y a los amigos en las fiestas de Pascua tendrá que ser siempre fuera del domicilio y en grupos de dos unidades familiares. Quedan excluidos los residentes en asilos que podrán seguir saliendo de los centros sociosanitarios en las mismas condiciones que lo han hecho hasta ahora.

«No podemos dar pasos en falso, en Navidad creció la incidencia en todas partes y ahora tomamos medidas anticipadas para que no se vuelva a producir», lo justificó la consellera.

El acuerdo se aprobó ayer en el Consejo Interterritorial de Sanidad. Es de mínimos y, si bien servirá para regir la Semana Santa, otras comunidades ya lo aplicarán con sus peculiaridades en el puente de San José que no se celebra en las Islas. Todas las autonomías, excepto Madrid que votó en contra y Cataluña que se ha ausentó, apoyaron el acuerdo que ahora cada territorio puede hacer más restrictivo.

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El Ministerio proponía tres medidas de consenso. Por una parte la limitación en los encuentros sociales; por otra el toque de queda a partir de las 23.00 horas como tarde y que Baleares mantendrá a las 22.00 horas, y por último el cierre perimetral de todas las comunidades autónomas, salvo en el caso de los dos Archipiélagos.

La situación en los puertos y aeropuertos será similar a la que se aprobó el pasado 20 de diciembre. Para venir a las Islas habrá que presentar una prueba de diagnóstico PCR negativa si se procede de comunidades o países con una incidencia mayor a los 100 casos por 100.000 habitantes en 14 días.

Pasajeros extranjeros
Todas las restricciones de movilidad sirven únicamente para los pasajeros nacionales. En Semana Santa no podrá venir nadie de la Península a Baleares por turismo, sólo estará permitido volar sin motivo desde Canarias o la movilidad interislas. Sin embargo, se dará la paradoja de que podrán verse turistas extranjeros. «El espacio Schengen es internacional y viene regulado por el Gobierno de España, impedir la entrada de vuelos internacionales requiere de órdenes ministeriales», reconocía ayer por la mañana la consellera de Salud. Por este motivo, Patricia Gómez ya ha pedido que se incremente el control en los vuelos con escala que terminan en Baleares. Además, recuerda que sólo ocho países del espacio Schengen están exentos de presentar una PCR a su llegada.

Sin embargo, con la movilidad siempre es más posible que suban los contagios. «En Menorca ha habido muy pocos casos en las últimas semanas y todos están relacionados con la movilidad exterior», dijo.