Dos pasajeros de Düsseldorf en el aeropuerto de Ibiza, en una imagen de archivo. | Daniel Espinosa / Periódico de Ibiza y Formentera

La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, se ha referido este lunes a la Semana Santa, reconociendo que se trata de «una época de riesgo» y, por lo tanto, «se trabaja en reducir la movilidad de todos».

Según ha informado Armengol, tras visitar las obras de ampliación del CEIP Ses Cases Noves, preguntada por decisiones que pueda tomar el Gobierno alemán respecto al turismo, «hay que tener claro que Baleares no tiene competencias en movilidad internacional». Si bien, ha puntualizado, «ante una época de riesgo como la Semana Santa, este Govern trabaja en reducir la movilidad de todos».

Fuentes próximas a la jefa del Ejecutivo autonómico han argumentado que «preocupa el aumento de casos y se estudian todas las medidas necesarias para mantener el control actual de la pandemia».

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El portavoz del Govern, Iago Negueruela, ha manifestado que hay que «extremar la prudencia» porque Mallorca y Menorca han experimentado en la última semana «una reversión de la tendencia» de los contagios de coronavirus y «un crecimiento en los indicadores epidemiológicos». El Ejecutivo está especialmente preocupado porque la variante británica, que es más contagiosa, representa el 76 % de los contagios.

Por ello, ha insistido en que se estudia la situación epidemiológica de cada isla a diario y si es necesario se incrementarán las restricciones, tal y como se acordó en la Mesa de Diálogo Social.

El también conseller de Turismo ha reclamado a Sanidad Exterior que compruebe uno a uno que los pasajeros internacionales tienen una PCR negativa, al tiempo que ha recordado que se llevarán a cabo medidas específicas para garantizar que en los hoteles se cumpla la normativa vigente en Baleares, especialmente la relativa a los núcleos de conviviencia.

En este punto, ha explicado que se han reunido con los touroperadores para explicarles que la prioridad de Baleares es la temporada de verano y no la Semana Santa. El conseller ha pedido «prudencia».