Un ejemplar en Menorca.

Las sargantanes (lagartijas) del género Podarcis, que se han diversificado en toda la cuenca del Mediterráneo, presentan una amplia variabilidad morfológica, ecológica y genética. Esta diversidad es clave en el mantenimiento del potencial evolutivo y adaptativo que permite a estas poblaciones sobrevivir y, por tanto, es imprescindible tenerla en cuenta en la gestión de su conservación.

Esta cuestión ha sido tratada en la tesis doctoral de Marta Bassitta, defendida en la Universitat de les Illes Balears (UIB), cuyo objetivo principal fue investigar procesos adaptativos en este género de lagartijas, examinando cómo los diferentes mecanismos evolutivos han moldeado la diferenciación a nivel genético y fenotípico en las diferentes poblaciones de Podarcis.

La tesis doctoral de Bassitta se ha centrado en tres escenarios, el tercero de los cuales es el referido a la sargantana balear (Podarcis lilfordi). En las islas Gimnesias (Mallorca, Menorca y Cabrera), el número de subespecies descritas es casi equivalente al número de islas e islotes habitados por estas lagartijas. Esta extraordinaria diversidad ha sido explorada en esta tesis a nivel genético, morfológico, ecológico y de comportamiento. La discordancia encontrada entre los resultados indicó que el uso de las Unidades Evolutivamente Significativas (UES), que tienen en cuenta las características únicas de cada población, es más adecuado que el término de subespecie para asegurar el futuro evolutivo de estas poblaciones y su consideración en las políticas de conservación.

Además, en la tesis doctoral de Marta Bassitta se analiza por primera vez todo el genoma en estas poblaciones, lo que supone más información y más precisa. El análisis de más de 70.000 variantes polimórficas corroboró la singularidad de estas poblaciones insulares, la diversidad de las cuales está marcada por el aislamiento geográfico y el reducido tamaño poblacional, pero en la que la selección natural también tiene un papel importante en el impulso de la divergencia. Es la primera vez que se demuestra que estas variables son factores adaptativos relevantes en estas poblaciones insulares de reptiles.

Los otros dos escenarios en los que se ha centrado la tesis doctoral de Bassitta son la región sudeste de la Península Ibérica, con presencia de las especies Podarcis hispanicus, y las poblaciones de las Islas Columbretes.

En este sentido, cabe recordar que la Conselleria de Medi Ambient i Territori ha puesto en marcha el Pla Boscà, cuyo objetivo es aplicar durante los próximos cinco años programas de conservación para las siguientes especies: ferreret, calàpet, tortuga mora, sargantana balear y sargantana pitiüsa. El ferreret y las sargantanes son endémicas. Todas ellas comparten amenazas y también compartirán acciones de conservación. El plan ha sido elaborado por la Conselleria en colaboración con la propia UIB y SEO/BirdLife, y cuenta con un presupuesto de 546.300 euros.

Marta Bassitta, autora de la tesis.Foto:A.COSTA/UIB.

Más de 760.000 individuos en el Parc de Cabrera

Un muestreo realizado por Ana Pérez y Valentín Pérez, del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Salamanca, estima que en Cabrera hay más de 760.000 individuos de ‘sargantana balear’. Casi la mitad se encontrarían en la Cabrera Gran. Es el muestreo de la especie más amplio realizado en Cabrera, lo que demostraría un buen estado de conservación.