Juan Pedro Yllanes, en una imagen de archivo. | ARCHIVO

La oposición y la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) criticaron ayer al vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, por sus declaraciones al querer limitar la llegada de turistas.

Una «metedura de pata», según Lina Pons (PI); «es un escándalo que el vicepresidente se alegre de la bajada del turismo, que lo cesen» (Sergio Rodríguez, Vox) o «hay una absoluta descoordinación entre el vicepresidente Yllanes y el resto del Govern sobre la política turística», según Núria Riera, diputada del PP.

Esa fue la reacción de los partidos de la oposición ante unas declaraciones del vicepresidente Yllanes (Podemos) sobre la necesidad de no volver a cifras de turistas anteriores a la pandemia.

También el conseller de Turisme y portavoz del Ejecutivo, Iago Negueruela, se refirió a sus declaraciones aunque no vio ninguna contradicción.

Negueruela dijo que «no hay ninguna polémica con el vicepresidente» e insistió en que todos los miembros del Govern trabajan «en el mismo sentido» por la reapertura turística.
Negueruela (que alguna vez ha discrepado de Yllanes) se limitó a señalar que «es un hecho» que Baleares tendrá esta temporada menos turismo que en 2019, insistiendo en que el Govern «apuesta por la calidad del turismo» y del empleo y en recuperar la actividad para «los trabajadores y familias que viven del sector».

Para la FEHM, las desfavorables manifestaciones «ponen de manifiesto, cuanto menos, su enorme irresponsabilidad y su descoordinación con la política y actuaciones del Govern» y supone «una absoluta falta de respeto para tantas familias de empresarios y trabajadores afectados por la pandemia». La presidenta de la FEHM, Maria Frontera, afirma: «Dejémonos de jugar a la confusión y de emitir mensajes contradictorios en un momento en que estamos centrados en lograr una recuperación segura».