En abril había poco más de 82.000 personas en paro en Baleares. | Efe

En abril de 2020, apenas un mes después de la irrupción de la pandemia y tras una temporada turística de récord, la del 2019, solo el 18 % de las personas en paro de Baleares llevaban más de 12 meses sin trabajar. Un año después, este porcentaje se ha incrementado un 157 % y casi la mitad de los desempleados hace más de un año que no trabaja. Así se desprende de los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social que se publican cada mes.

Es uno de los efectos en el mercado laboral de la crisis provocada por la pandemia. Baleares no tuvo temporada turística el año pasado y la mitad de la planta hotelera de Mallorca no abrió. Los establecimientos que sí abrieron sus puertas, lo hicieron por un período mucho menor al habitual. Esta circunstancia se repitió en la mayoría de negocios vinculados al sector turístico: empresas de transporte, comercio, restauración, agencias de viaje, y un largo etcétera.

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Sin apenas actividad económica, el empleo se desplomó. Los trabajadores más castigados fueron los temporales. Muchos de ellos no consiguieron firmar un contrato laboral el año pasado y así lo revelan los datos oficiales: en abril, último mes con cifras disponibles, había 37.966 personas registradas en el paro que llevaban más de un año sin trabajar. En total, el mes pasado había en las Islas 82.066 desempleados.

Esta cifra no incluye ni a trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) ni a fijos discontinuos. En abril, había poco más de 29.000 personas con el empleo suspendido. En cuanto a los fijos discontinuos, Baleares cuenta con alrededor de 85.000. Estos trabajadores salieron de los ERTE el pasado 1 de octubre y pasaron a cobrar una prestación extraordinaria hasta el próximo 31 de mayo. A partir de entonces, habrá que ver como se regulan los nuevos ERTE que Gobierno central negocia con sindicatos y patronales estatales. De todos modos, las empresas turísticas de las Islas ya han iniciado los llamamientos a los fijos discontinuos ante el reinicio de la actividad, que se prevé que se intensifique.

Precisamente, los sindicatos CCOO y UGT insisten en que esta reactivación se debe traducir en un aumento de la contratación. Así lo indican tras la celebración de la cada Mesa de Diálogo Social con Govern y patronales. Una de sus principales reivindicaciones es acabar con el exceso de temporalidad, lo que habría permitido que muchas de estas personas habrían estado protegidas por los ERTE. Como indican una y otra vez, «no se pueden suplir puestos de trabajo estructurales con empleos temporales». Tras conocer los datos del paro de abril, la secretaria de Acción Sindical de UGT, Ana Landero, ya reclamó una reactivación «basada en empleo de calidad y no precario».