Javier Arranz es el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares.

El portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz, afirmó ayer que «las vacunas son buenas y que sin ellas la cuarta ola de contagios hubiera sido más caótica y problemática». Según advirtió en el programa Al Dia de IB3 Ràdio, «la mayor parte de las personas ingresadas actualmente en los centros sanitarios de Baleares son no vacunadas o que bien no tienen la pauta completa».

Arranz considera que el pico de la nueva ola de contagios llegará de manera desigual a las diferentes islas: «En una o dos semanas podría empezarse a sentir en Menorca, sería lo deseable, y puede que también en Mallorca porque la situación no ha sido tan explosiva», si bien precisó que «en Ibiza podría tardar un poco más».

Por otro lado, preguntado por las restricciones que podría imponer el Govern para frenar los de contagios, vistas las que toman otras comunidades, e incluso otros países del entorno, Arranz ha señalado que «no hay infinitas medidas de intervención, y algunas son más contundentes y restrictivas que otras». «La parte más complicada es ver la efectividad y el impacto de cada una de ellas», ha asegurado.

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En cualquier caso, ha incidido en que «el nivel de vacunación en España es bastante más elevado que, por ejemplo, en Francia, y poco a poco la gente ve que hay una clara mejora». Sobre la inmunidad de grupo, el portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares dijo que «el virus cambia de forma importante». Por este motivo, ha planteado «repensarse si el 70% de población vacunada, que otorgaría la inmunidad de grupo y que se podría alcanzar a finales de verano, es un número mágico o no». «Lo importante es que los nuevos casos positivos que surjan no sean graves», recalcó Arranz, tras apuntar que «aun queda mucho por aprender de este virus» y que, para volver a la normalidad, «queda convencer a la gente que aún espera para ponerse las vacunas, por miedo o bien porque es verano y quieren irse de vacaciones, estas son las personas a las que nos gustaría llegar».

«Aún queda vacunar a esta población, antes de los niños menores de 16 años. Hay que centrarse en las personas de las franjas de 40 a 50 años por la posibilidad que tienen de una evolución no adecuada del virus y en los más jóvenes para evitar que contagien a personas más vulnerables», ha enfatizado.

En cuanto a la vacunación con AstraZeneca, Javier Arranz insistió en que «lo importante no es qué vacuna se ponga a una persona, lo importante es que esta se vacune y tenga una segunda dosis porque es lo que da inmunidad».