El celador Joan Marí Baeza trasladando a un paciente ingresado. | Marcelo Sastre

A principios del mes de octubre se incorporarán a su plaza fija las 1.036 enfermeras que aprobaron las oposiciones en 2019, de las que apenas 108 no son residentes en las Islas.

Son las siguientes después de que esta semana se adjudicaran las 83 plazas de matronas. Tras ellas irán los auxiliares administrativos, previstos para el 2 de noviembre y «en enero se incorporan los celadores y el grueso de la primera convocatoria ya estará adjudicado», explica el director de Gestión y Presupuestos del IB-Salut, Manuel Palomino.

«El sistema de oposiciones ha tenido dos grandes fases, la primera fueron las convocatorias masivas y luego la organización del sistema de revisión y baremación de todos los opositores que se ha hecho a la par con la revisión y baremación de las bolsas de contratación», recuerda. Por entonces Salut ya tuvo que ampliar la plantilla administrativa y pudo acelerarse un proceso que poco después se topó con la emergencia sanitaria.

«Ahora se vuelve a coger velocidad, las bolsas están actualizadas y se adjudican más de 2.000 plazas a trabajadores», añade Palomino quien ya avanza que para 2022 se lanzará una nueva tanda de oposiciones. «Como el Estado decidió que no habría incorporaciones nuevas y la tasa de reposición ha sido muy pequeña en los últimos ocho o nueve años, volver a poner en marcha esta maquinaria es muy complicado», explica. «Si vas a necesitar al profesional, qué sentido tenía congelar una convocatoria».

Uno de los inconvenientes que pueden encontrarse ahora es que los profesionales que hayan aprobado la oposición obtengan la plaza en otro centro sanitario diferente al que se trabaja lo que cambiará los equipos de trabajadores, algo que celebrando procesos de forma regular se hubiera podido evitar.