Más consultas. El regreso de los virus que fueron desplazados por el SARS-CoV-2 era de esperar, sin embargo ahora se teme por si se modifican las franjas de edad afectadas, tengan consecuencias más graves o se altere las épocas en que tradicionalmente se veían. | 4VENTS

Los pediatras de las Islas están recibiendo y atendiendo un ‘boom’ de consultas, desde hace unas tres semanas, relacionadas con los virus estacionales. Así lo reconoce la presidenta de la asociación de Pediatría de Atención Primaria de Balears (APAPIB), Marianna Mambié. «Llevábamos dos temporadas sin ver el virus mano boca pie, gastroenteritis o adenovirus y ahora han vuelto y con cuadros más desfasados», advierte.

La explosión de casos se produce justo cuando la pandemia remite, parece que de forma definitiva a lo conocido hasta ahora. «Todos los virus se transmiten igual, por lo que creemos que las medidas restrictivas que evitaban el contacto social para no trasmitir la COVID, han ido silenciando al resto de virus», explica la experta. «Ahora que la incidencia es baja, y se relajan más las medidas, se ve el repunte y en general tenemos miedo porque tememos que vaya a peor», añade.

El motivo es que el hecho de no haber estado en contacto con ciertos virus durante dos temporadas hace que no se hayan producido anticuerpos naturales, «y aquello que no circulaba, puede que aparezca más fuerte y genere más complicaciones», explica Mambié. Por ejemplo, si normalmente un virus afecta a una edad determinada, puede que pase a otras. O el caso del que más se habla ahora: se ha visto una epidemia del virus respiratorio sincitial (VRS) que puede desembocar en bronquiolitis en los meses de verano, cuando «se produce entre noviembre y febrero, concretamente entre diciembre y enero en Balears», explica el presidente de la Sociedad de Pediatría Balear (SOPEBA), Juan Carlos de Carlos. «Fuera de esta época no hay VRS pero este año está circulando desde julio. Afecta normalmente a lactantes y, si bien hay muchos que lo pasan en casa sin problema, otros necesitan ingresar en el hospital e incluso en la UCI, hay entre 20 y 40 al año», relata este experto, que es además el jefe de sección de la UCI Pediátrica de Son Espases.

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«Lo atípico es que ha empezado antes y además su impacto es mayor porque coge a los lactantes, sobre todo a los menores de tres meses, y cuanto más pequeño más grave», explica.
Entre los factores, obviamente también destaca la repercusión de las medidas tomadas durante la pandemia. «El año pasado no hubo casos por la mascarilla y la distancia social y ahora es posible que haya más. Se ha adelantado, y probablemente sea más importante que otro años».

El virus de la COVID-19, el SARS-CoV-2, ha hecho cambiar muchos de los esquemas por lo que el colectivo pediátrico pide prudencia para ver lo que pasa.

En el punto de mira está también la gripe. «Los niños no desarrollan esta enfermedad de forma grave pero son muy transmisores», subraya De Carlos. Puede que este año vuelva de forma más intensa. «Todavía no lo vemos pero ya hay algún positivo a nivel de microbiología», añade. Respecto al rinovirus, que causa el resfriado común, «tras el confinamiento, nos ha acompañado toda la pandemia».