Vacaciones a cuerpo de rey en Mallorca: Moët y hoteles de lujo con tarjetas clonadas

Los jóvenes, tres británicos, un alemán y un irlandés, se dieron un homenaje el 12 de julio en el restaurante Arxiduc del lujoso hotel. Pidieron tres raciones de pulpo salteado, gazpacho, tres entrecotes, dos pechugas de pollo, cinco raciones de patatas fritas, tarta de queso, vino, cava y dos copas de champagne. Total:257 euros. Firmaron la cuenta con el apellido de uno de ellos y el número de la habitación. Dos horas después de cenar, ya en la habitación 1205, brindaron con dos botellas de champagne Moët & Chandon Rosado (204 euros) por las que parecían que iban a ser las mejores vacaciones de sus vidas. Al día siguiente repitieron la jugada: tres raciones de pulpo, cinco platos principales y un sándwich de paella. Total: 182 euros.

Los jóvenes gastaron en consumiciones 1.776 euros que tenían que abonar aparte, pero nunca lo hicieron. El 14 de julio, el personal del establecimiento los interceptó en el aparcamiento para pedirles que pagaran las facturas que quedaban pendientes. «Hicieron un teatrillo como que llamaban a alguien para dar una nueva tarjeta y dijeron que esperarían en las habitaciones», explicó a la Guardia Civil el jefe de recepción que denunció la estafa. Los jóvenes colocaron los carteles de ‘no molestar’ en las habitaciones y desaparecieron del hotel.

El trabajador hizo una serie de gestiones con compañeros de otros hoteles y descubrió que los turistas habían reservado habitaciones del 14 al 19 de julio en el hotel Me Mallorca de Magaluf. La Guardia Civil localizó a los jóvenes en el Nikki Beach, a las 20.15 horas del día 14, y los detuvo por un presunto delito de estafa en el Hilton Sa Torre.

El juzgado los dejó en libertad, pero al día siguiente desde el hotel Me Mallorca llamaron a la Guardia Civil porque pretendían marcharse sin pagar. Los agentes acudieron al establecimiento y tras detenerlos les intervinieron un clonador de tarjetas, un ordenador portátil y varias tarjetas de crédito de varias entidades bancarias que habían sido clonadas o sustraídas. Las vacaciones de ensueño se convirtieron en una pesadilla y los cuatro adultos acabaron en prisión. La Fiscalía pide ocho años y tres meses de cárcel para cada uno de ellos, que serán juzgados a finales de noviembre en la Audiencia de Palma.