La coordinadora autonómica de Pediatría, Margalida Cañellas. | Archivo

La campaña de vacunación a menores de entre cinco y once años de edad está en marcha en Balears. La coordinadora autonómica de Pediatría, Margalida Cañellas, explicó ayer que el objetivo es vacunar a 36.000 niños, de los que 6.000 han pedido ya cita.

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Cañellas insistió en que la vacuna tiene importantes beneficios «directos e indirectos» para los niños y agradeció el «compromiso» de los padres que ya han solicitado citas. «Es normal que la gente pueda tener dudas, pero la vacunación es beneficiosa para los niños y tiene pocos posibles efectos secundarios y leves». Destacó que ahora mismo son los menores entre cinco y doce el grupo de edad en el que la incidencia de la enfermedad es mayor: «El reservorio del virus se está trasladando porque el resto de la población está vacunada» y aseguró que la medida es eficaz tanto para prevenir cuadros graves en niños como para «normalizar su vida social».

Hasta ahora, en Baleares 200 menores de edad han requerido ser hospitalizados por COVID-19 y, de ellos, un veinte por ciento han sido ingresados en la UCI. En las Islas no ha habido ningún fallecido en esta franja de edad, que ha supuesto 40 muertes en España. Sin embargo, Cañellas advierte que también existen formas «graves y persistentes» de la enfermedad que sí afectan a los menores. Destacó la seguridad de la vacuna, de la que se han administrado cinco millones de dosis en EEUU sin que se haya notificado efectos graves, ni siquiera algunos que sí se han dado en adolescentes. El plazo entre dosis se ha extendido en este caso hasta las ocho semanas, lo cual disminuye los efectos secundarios y prolonga la protección.