Imagen de una clase de Educación Primaria en un centro de Menorca. | Josep Bagur Gomila

Algunas comunidades se están planteando retrasar el inicio del curso escolar y este miércoles ha trascendido que el Gobierno y las comunidades autónomas abordarán este asunto el próximo cuatro de enero. Ante esta situación cabe preguntarse, ¿qué hará Baleares? La consellera de Salut, Patricia Gómez, se ha mostrado este miércoles partidaria de que el regreso a las aulas después de las vacaciones de Navidad sea presencial «si se pueden mantener las medidas de seguridad». En este sentido, ha argumentado que las aulas son a día de hoy «uno de los espacios más seguros» porque en los centros escolares las cadenas de contagios se cortan o interrumpen. Gómez ha resaltado que, por suerte, los menores contagiados suelen presentar síntomas leves aunque ha apuntado que se han dado casos de covid persistente.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid es el que más en serio se ha planteado este asunto. Así valora dos escenarios de vuelta al cole tras las Navidades: una con total normalidad y otra con semipresencialidad donde los alumnos más mayores se turnasen en las clases. Lo ha adelantado la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, acompañada del consejero de Educación, Ciencia y Universidades y portavoz del Ejecutivo madrileño, Enrique Ossorio. «Queremos ver cómo evoluciona la pandemia durante estas semanas hasta que se experiemente la caída en picado de los contagios. Lo que solemos hacer es tomar decisiones con pocos días de antelación para hacerlo de manera certera y no causar daños mayores», ha señalado.

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La vuelta a los colegios en Andalucía tras las Navidades podría ser semipresencial en los niveles 3 y 4 de alerta sanitaria (actualmente Sevilla, Málaga y Córdoba se hallan en nivel 2), en el caso excepcional de que no se pudieran cumplir las medidas de seguridad frente a la COVID y «solo a partir de 3º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO)», tal y como establece la Consejería de Salud y Familias en su plan de contingencia, por lo que Educación prevé un regreso a las aulas marcado por la presencialidad. En el documento elaborado por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, sobre medidas para la limitación de contactos en las aulas, se garantiza la «máxima presencialidad» para todos los niveles y etapas, «al menos en los niveles 1 y 2», por lo que Educación, «de momento, no valora otros escenarios», según señalan fuentes de la Consejería.

Extremadura es otra de las regiones que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de retrasar el inicio del segundo trimestre. El presidente extremeno Guillermo Fernández Vara ha solicitado una reunión del Consejo Interterritorial de Salud y la Conferencia Sectorial de Educación para adoptar una decisión consensuada en toda España. El consejero de Sanidad de Extremadura, José María Vergeles, ha manifestado que hay que esperar hasta ver «cómo evoluciona la variante ómicron» durante la primera semana de enero. Al igual que Vara, ha abogado porque la decisión final sea consensuada entre los ministerios de Educación y Sanidad.

El retraso de la vuelta al cole supondría un grave problema de conciliación para los padres, que ya llevarán varias semanas intentando cuadrar las agendas para cuidar a sus hijos y trabajar. Sin embargo, el hecho de que los alumnos de infantil y primaria aún no estén vacunados ha motivado que esta sea una de las franjas de edad con mayor incidencia acumulada. Además, estos alumnos tienen que guardar cuarentenas si hay más de un positivo en el aula. Esta problemática mejorará a corto y medio plazo, ya que la próxima semana se iniciará la vacunación para los niños desde los cinco años.