Los representantes de las sociedades científicas pediátricas de Balears han hecho una llamada a la vacunación infantil contra la COVID.

Los representantes de las sociedades científicas pediátricas de Balears han hecho una llamada a la vacunación infantil contra la COVID, visto que no termina de despegar, en la actualidad es del 35 %, es decir sólo se ha protegido a 30.000 niños de los 84.000 que son la población diana. Para ello han ofrecido datos: en toda la pandemia han ingresado 227 menores de edad en hospitales a causa de esta enfermedad, de los que 22 han terminado graves en una UCI nueve de ellos, un 41 %, en esta última ola, en la que además se ha notificado el único caso de un fallecido. Las cifras, advierten, son acordes a las de la media nacional.

«El beneficio es claro y directo en evitar los ingresos hospitalarios, los de gravedad y la muerte. Cualquier ingreso evitable hay que evitarlo y la vacuna puede hacerlo», se ha mostrado contundente el responsable del servicio de UCI pediátrica de Son Espases, Juan Carlos de Carlos.

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«Queremos lanzar un mensaje tranquilizador y claro para que quien no ha tomado esta decisión dé un paso adelante», ha añadido Mariana Mambié, presidenta asociación de Pediatría de Atención Primaria de Balears (Apapib). «Por tantos casos que ha habido de infección últimamente, hay familias que lo retrasan cuatro semanas después de recuperación», reconoce. Sin embargo, también recomiendan que se inmunicen. «La inmunidad es más sólida, durará más y se pretende reforzar las defensas que ya ha producido a través de la enfermedad natural, no evitan la contraerla pero sí el desarrollarlo de forma grave», insiste.

Además del beneficio directo, los expertos destacan los beneficios indirectos de la vacunación infantil pues es la «única herramienta» para una regreso a la normalidad que ayudaría a evitar otras patologías derivadas de la pandemia y relacionadas con la salud mental, retrasos en el habla o sobreexposición a la tecnología.