Viviendas en Ibiza. | Archivo

Baleares, con un 44 %, y Madrid, con el 52 %, fueron el año pasado las comunidades donde los inquilinos estuvieron más insatisfechos con el precio del alquiler y por lo que los caseros tendrían que revisar a la baja sus rentas, según el portal inmobiliario pisos.com. La diferencia entre lo que piden los propietarios de una vivienda para alquilarla y el presupuesto de los arrendatarios en España es de 1.788 euros anuales, 504 euros menos que el año pasado, lo que supone que la brecha se ha reducido del 42 % al 27 %, según los cálculos de pisos.com que recoge Efe.

Noticias relacionadas

El portal constata que el mercado del alquiler ha continuado autorregulando sus precios en 2021, aunque no al ritmo que desearían los inquilinos, ya que la brecha económica entre la oferta y la demanda se situó en 149 euros al mes en 2021, 42 euros menos que el año anterior. Por comunidades autónomas, los inquilinos redujeron su presupuesto en Madrid y lo mejoraron en Andalucía y Aragón. El País Vasco fue la autonomía en la que el inquilino estuvo dispuesto a pagar más: 750 euros de media, seguida de Baleares, Cataluña y Madrid con 650 euros. En Extremadura y Galicia los inquilinos contaron con menos dinero para el alquiler: 350 euros mensuales y la demanda solo estuvo por encima de la oferta en Castilla y León (-9 %).

Según el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, la bajada de la brecha responde al mayor presupuesto disponible por parte del inquilino. La casa más buscada en 2021 tuvo una renta media de 550 euros mensuales y 70 metros cuadrados, manteniendo la misma necesidad de superficie, pero incrementando el presupuesto desde los 450 mensuales de 2020. El precio del piso tipo en alquiler pasó de 641 a 699 euros de un año a otro, ajustando la brecha del 42 % al 27 %. «Aunque se trata de una diferencia razonable, hace diez años la distancia entre caseros e inquilinos apenas era de un 3 %», ha recordado Font. También señala que «muchas familias han dejado las grandes capitales atrás, donde la relación entre oferta y demanda sigue siendo tensa» y que este movimiento hacia la periferia y las provincias limítrofes ha ayudado a revitalizar el mercado y desconcentrarlo, si bien hay dudas sobre la consolidación de esta tendencia.