Turistas en una terraza de Baleares. | Redacción Local

Touroperadores, aerolíneas y el Foreign Office han lanzado en la última semana una campaña de concienciación en el Reino Unido, con el objetivo de cortar de raíz la comercialización de paquetes turísticos a Mallorca y Eivissa del denominado turismo de borrachera. Los medios de comunicación británicos se han hecho eco de las recomendaciones, así como de las sanciones que aplica el Govern para todos aquellos que incumplan la normativa.

Los grupos turísticos, entre ellos EasyJet Holidays, utilizan sus páginas web para explicar todos los condicionantes sobre el consumo de alcohol en tiendas y hoteles, que regula el decreto ley de turismo de excesos que rige en Balears desde 2020, pero que había quedado minimizado por la pandemia ante la caída en picado del turismo procedente del Reino Unido por todas las restricciones sanitarias.

La estrategia de los touroperadores, ABTA y del Foreign Office es incidir, precisamente,    en las semanas previas al levantamiento de todas las restricciones sanitarias, que tendrán lugar el próximo 11 de febrero, con el fin de incidir en toda la campaña de venta de reservas para el próximo año, que habían quedado paralizadas desde mediados de diciembre.

El Gobierno del premier Boris Johnson y los grupos turísticos recuerdan a los ciudadanos británicos que el consumo de alcohol en los hoteles de todo incluido en Magaluf, Platja de Palma y Sant Antoni (Eivissa) está limitado a un número concreto de bebidas. Al mismo tiempo se les informa de que no podrán comprar alcohol en las tiendas entre las 21.30 y las 08.00 horas.

Desde Turisme indican que el trabajo de concienciación es uno de los objetivos prioritarios de cara a la temporada de verano, de ahí que hay un seguimiento de este tipo de campañas de concienciación para evitar problemas de orden público en las tres zonas turísticas de las Islas donde el turismo británico de borrachera ha sido la tónica general.

«El compromiso del Govern es claro y el turismo de excesos sobra en las Islas», indican desde el Ejecutivo autonómico. Los medios de comunicación británicos también se han hecho eco de las fuertes sanciones para todos aquellos que practiquen balconing, que oscilarán entre los 6.000 y 60.000 euros, así como para los locales que incumplan la normativa de publicidad.