Unidad de Oncología Pediátrica de Son Espases.

Los profesionales alertan de que la pandemia de coronavirus aumenta la soledad y el miedo en los niños con cáncer.

Son Espases es el único hospital con unidad de oncología pediátrica en Baleares, por lo que la situación se ha complicado todavía más para los pacientes ingresados procedentes de Menorca, Ibiza y Formentera. «Se ven obligados a dejar su lugar de residencia, su familia y su entorno», ha subrayado Salinas, que ha añadido que intentan que los niños puedan viajar a su isla cuando se encuentran en buenas condiciones y vuelvan después para continuar con los tratamientos.

Con la ayuda de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Baleares (Aspanob), se ofrecen alojamientos a las familias de Menorca, Ibiza y Formentera en pisos cercanos al hospital.

Los pacientes pediátricos oncológicos tienen que estar todo el tiempo acompañados, pero debido al COVID sólo se ha permitido que esté con ellos uno de los dos progenitores, los dos a la vez, solamente en casos especiales.

«El impacto ha sido muy grande, en adultos también, pero en niños muy especialmente por todo lo que les rodea», ha declarado la psicóloga Teresa Ferrer, que trabaja con este tipo de pacientes, al hilo del Día Internacional del Cáncer Infantil que se celebra este martes 15 de febrero.

En la misma línea se expresa el jefe de sección de Oncología Pediátrica del Hospital Son Espases, José Antonio Salinas, que incide en que estos niños y sus familias han «pasado mucho miedo» por la pandemia: «Al principio sobre todo, cuando no sabíamos muy bien cómo podía repercutir el COVID en ellos, y se sumó a todos los mensajes que escuchaban en los medios de comunicación. Tenían miedo y no querían venir al hospital».

Salinas señala que la pandemia está siendo «dura» para los pacientes de cáncer infantil, pero ha insistido en los esfuerzos por prestar una atención «humanizada» y «en la medida de lo posible normalizar un poco su vida y ofrecer seguridad».