Aula de una clase.

El Parlament aprobará hoy la primera ley educativa de Balears, que finalmente descarta el castellano como lengua vehicular. Los partidos del Pacte, presionados por Més per Mallorca y Més per Menorca, negociaron ayer in extremis la modificación del texto después de saber que el Partido Popular votaría en contra de varios de los artículos que constituyen el modelo lingüístico de la normativa.

Con el objetivo de ganar apoyos parlamentarios, el equipo del conseller d’Educació, Martí March, aceptó una enmienda del PP para que el castellano fuera incluido como vehicular a cambio de que los populares se abstuvieran. Sin embargo, el Pacte supo hace unos días que incumplirían y ayer anunció el cambio. Concretamente, se suprimen los apartados c) y d) del artículo 133.1 de la ley, que hacen referencia a la vehicularidad de las lenguas cooficiales (castellano y catalán) en la enseñanza de Baleares. De esta manera se apuesta por que sean los centros los que decidan el modelo lingüístico que «tiene que posibilitar» que los alumnos adquieran las competencias en las dos lenguas, en el marco de lo que define el artículo 133.3 de la citada ley, según informaron los partidos del Pacte en un comunicado conjunto.

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El cambio acordado supone eliminar el concepto «vehicular» para las dos lenguas cooficiales, pero en el caso del catalán queda protegido por el Decret de Mínims impulsado por el PP a finales de los años noventa que incorpora la normativa. El decreto establece que, como mínimo, se use el catalán en la mitad del horario lectivo, permitiendo que los centros lo superen. El portavoz del Govern, Iago Negueruela, defendió ayer la plena constitucionalidad de la ley que hoy aprobará el Parlament, reivindicó la autonomía de los centros para elegir su proyecto educativo y criticó que el PP salga del consenso histórico que ha existido en materia lingüística. «Es una ley muy consensuada y muy trabajada con el sector», aseguró. El coordinador de Més per Mallorca, Lluis Apesteguia, dijo que en su partido fueron «capaces de ceder en ciertos aspectos que para el PP eran importantes», pero como «no se han movido de su posicionamiento», decidieron «volver al texto que aprobó en su momento el Consell de Govern».

Presiones del sector educativo

El hecho de que el castellano fuera considerado como lengua vehicular ha provocado en los últimos meses tensiones dentro de Més per Mallorca, pero también en Més per Menorca. La presión se intensificó a partir del miércoles pasado,    cuando el Moviment per l’Escola en Català a les Illes Balears amenazó con pedir un voto de castigo contra los partidos del Pacte si no paralizaban la tramitación de la ley y eliminaban este punto.    Por su parte, la Obra Cultural Balear (OCB) aplaudió la eliminación del castellano como lengua vehicular y aseguró en un comunicado que supone «un acercamiento» a la norma que hubieran querido.