La pandemia y la escasez material, importantes rémoras que lastraron las posibilidades de un mayor crecimiento del sector de la automoción durante 2021. | AC

Los concesionarios baleares vendieron tres coches de segunda mano por cada uno nuevo en 2021. El mercado de ocasión en el sector de la automoción experimentó un repunte en la facturación de más del 16 % el pasado año en detrimento del vehículo nuevo, lastrado por la crisis económica y por la carestía en materia de suministros, principalmente de microchips. Así se desprende de los datos de la patronal española de la automoción Faconauto, que detalla que en el cómputo global la facturación del sector en las Islas creció un 2,2 % en 2021 alcanzando los 752 millones de euros.

De esta manera, el crecimiento del mercado de ocasión logró compensar la caída del vehículo nuevo hasta superar incluso las cifras totales de facturación de 2020. El retroceso en este último segmento fue del 6,9 % con un total de 17.076 coches –turismos y todoterrenos– vendidos (un punto y medio por encima de la caída media a nivel estatal, del 5,4 %), prácticamente una tercera parte de los vendidos de segunda mano: 51.981.

De hecho, Balears fue la segunda comunidad tras Madrid (19,4 %) en tasa de incremento de ventas de automóviles usados y se situó siete puntos por encima de la media estatal (9 %). El aumento de la facturación de este segmento del mercado fue del 16 % Asimismo, también creció la facturación en la otra gran área de servicio, la posventa (mantenimiento), con un repunte del 13 %. Estos datos significan que ambos servicios, venta de automóviles de segunda mano y servicio de mantenimiento, llegaron a facturar cifras similares a la época prepandémica.

Por otra parte, los concesionarios baleares lograron mantener el empleo de la mayor parte de sus plantillas a lo largo del año pasado. Así, el ejercicio se cerró con 4.403 puestos de trabajo frente a los 4.505 de 2020, lo que significa que se perdieron 102 puestos de trabajo. A nivel nacional, la falta de stock en los concesionarios y la caída en las matriculaciones no se ha traducido en un grave perjuicio para el sector: la facturación fue de 36.163 millones de euros, una cifra bastante parecida a la del año anterior (un 0,7 % mayor).

El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, valora muy positivamente los resultados y destaca la gran capacidad de resiliencia de un sector que también estuvo notando de manera significativa la crisis económica desatada por la COVID-19. «Pese a haber sido un año muy malo en ventas los concesionarios hemos vuelto a demostrar que somos empresas fuertes y solventes», ha afirmado.

Asimismo, asegura que «si se dan los pasos correctos los concesionarios estaremos en disposición de contratar en los próximos años intensivamente nuevos perfiles profesionales y también de acelerar la capacitación de nuestros empleados a través de tres palancas: nuevos modelos de movilidad, la electrificación del parque y la propia transformación de la red de distribución».