El conseller de Turismo del Govern, Iago Negueruela, en su intervención en el pleno del Parlament. | Pere Bota

El pleno del Parlament convalidó este miércoles el decreto del Govern que fija un nuevo marco para el modelo turístico de las Islas y que incluye una moratoria de cuatro años a la creación de nuevas plazas. Para el conseller Negueruela, el decreto –que está en vigor desde que se aprobó por el Ejecutivo    el 12 de febrero y habría decaído de no ser avalado ayer– es un «sí al turismo de calidad», «llega al fondo de los problemas» y propone soluciones de futuro. En su opinión, la oposición y la virulencia de las críticas de algunos partidos no se corresponde con lo que pasa en la calle. «Fuera hay menos ruido», dijo.

Todos los grupos de la oposición (PP, Cs, PI y Vox) votaron en contra. Ahora se tramitará como ley y tanto los partidos que se oponen como los que le apoyan podrán plantear cambios, aunque no en lo relacionado con la moratoria, que es la parte sustancial. No sólo los partidos de la oposición rechazan la nueva normativa –el PP ya ha anunciado que la derogará si llega a gobernar–    sino que también ha generado rechazo en el sector, sobre todo en    el relacionado con el alquiler de viviendas turísticas, y ha dividido a la patronal hotelera y provocado cambios de posición en la federación hotelera de Mallorca, que pasó de apoyar el contenido    a criticarlo y a apoyarlo después.

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Al presentar la ley, el conseller Negueruela citó a la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, Maria Frontera, a la hora de los agradecimientos. También agradeció «el consenso» a UGT, CCOO y a las kellys, el colectivo que identifica a las camareras de habitación y que    ha logrado que la norma incluya reivindicaciones históricas como la obligatoriedad de camas elevables. Dirigentes de los sindicatos y de las kellys siguieron el pleno en directo, igual que un representantes de la asociación del alquiler turístico pero ninguno del sector hotelero. Frontera, según el conseller, está fuera de Mallorca.

PP, Cs, Vox y PI ya habían adelantado su voto negativo.    La ‘popular’ Salomé Cabrera, indicó que su rechazo afectaba tanto al contenido como a las formas y se preguntó «qué es lo que han estado pactando en los despachos. «Han forzado al sí a los hoteleros de Mallorca en base a no sabemos qué acuerdos posteriores», dijo.   

Turismo de masas

La portavoz de Cs, Patricia Guasp, acusó de «demagogia» a Negueruela por realzar el lado social de la ley cuando «sólo un artículo habla de sostenibilidad laboral». También insistió en que le había mentido y que no es cierto el consenso al que alude ya que ella se entrevistó con hoteleros de Menorca y Eivissa que rechazan «el decretazo». El portavoz de Vox, Jorge Campos, dijo que «es una norma negociada de forma opaca con grandes hoteleros y sindicatos subvencionados. Josep Melià (PI)    intentó exhibir argumentos    para el ‘no’ y lanzó una reflexión:    «Es un falso relato decir que estamos en contra del turismo de masas porque la nuestra es una industria turística de masas, para la clase media y no para los jeques»