El Govern quiere que Madrid complemente la financiación de Balears con más recursos para compensar que en las Islas todo es más caro, también para el propio Ejecutivo. El departamento de Rosario Sánchez ha enviado una propuesta al Ministerio de Hacienda en la que reclama que el sistema de financiación tenga en cuenta el coste de la vida en la Comunitat para poder obtener compensaciones.
La consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez, explica que en la propuesta enviada al Ministerio se pide que se fije un IPC real en cada comunidad autónoma para que la financiación esté vinculada a este dato. Sánchez asegura que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ya recoge los datos por comunidades autónomas, pero luego los agrega y saca un índice general para toda España.
Escalada de precios
La propuesta balear pasa por romper este molde. En plena escalada de precios como consecuencia del aumento del coste de los combustibles y, con ellos, del transporte, el Govern insiste en pedir que Madrid tenga en cuenta los sobrecostes de la vida en el Archipiélago. La consellera cree que hay una variedad de elementos que se pueden tener como referencia para fijar esa compensación. El ejemplo que se cita en el documento que se ha entregado al Ministerio es el del precio de la vivienda. Según Sánchez, está claro que el precio de la vivienda es mucho más alto en Balears que en otras comunidades y eso provoca un claro empobrecimiento de los ciudadanos.
Más pobres
Todo el dinero que deben dedicar a pagar una hipoteca o un alquiler es dinero que se detrae de sus ingresos básicos. La tesis del informe es que un precio muy elevado, como pasa en las Islas, tiene como consecuencia el empobrecimiento de los ciudadanos. «Mucha gente no llega a fin de mes porque tiene que pagar un elevado precio de la vivienda», señala la consellera. «Nuestra petición es que se haga una aproximación a los precios relativos por cada comunidad porque el precio de la vida es mucho más elevado en las Islas que en otros territorios», añade.
El informe enviado a Madrid asegura que el sistema de financiación debe introducir el coste de la vida como elemento corrector. El Govern argumenta que no se puede conseguir la equidad entre los ciudadanos españoles si hay territorios donde los ciudadanos no tienen los mismos recursos económicos porque la vida es mucho más cara y eso supone una reducción de ingresos.
El Govern pide que se fije un índice que determine ese mayor coste de la vida y propone que el precio de la vivienda sea una «variable relevante» porque implica una mayor necesidad de gasto en políticas de vivienda, de servicios sociales para quienes no pueden pagar este precio y de construcción de las infraestructuras, que salen más caras debido al mayor precio del suelo.
El Govern añade que el mayor coste de vida tiene también consecuencias en la contratación de personal público, como profesores y médicos, lo que provoca una elevada rotación de personal que repercute en la calidad del servicio. «Nos parece muy interesante que se utilice el precio de la vivienda como un indicador de necesidades de gasto», insiste el informe.
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