Los transportistas se concentraron durante la mañana de este martes en la zona Franca de Barcelona para evitar la llegada de camiones a los barcos . | @ALBALOPSAN

La huelga de transportistas en la Península dejó este martes en tierra en los puertos de Barcelona y Valencia el 70 % de las mercancías no perecederas con destino a Mallorca y resto de Islas. La situación, según apuntaron la Asociación de Transportistas de Mercancías de Balears y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Mallorca, es preocupante «porque se puede agravar en los próximos días».

El presidente de la patronal de mercancías, englobada en la FEBT, Ezequiel Horrach, señala: «El 70 % de las mercancías que denominamos de producto seco, las no perecederas, quedaron en tierra al impedir los piquetes su embarque en los buques de Trasmed y Baleària. El colapso en los puertos puede ir en aumento y se espera lo peor». Horrach añade que el bloqueo va más allá de los puertos «porque los piquetes impiden cargar productos y mercancías en los polígonos de Barcelona, Sevilla, Madrid y Valencia, que es desde donde parten los camiones para dirigirse a los puertos de la costa y embarcar en los buques con destino a Mallorca, Menorca e Ibiza-Formentera».

La patronal del transporte indica que toda la operativa de llegada de mercancías «ya va con retraso y mucho nos tememos que afecte a la operativa de la Semana Santa y a la temporada de verano, porque el conflicto no tiene visos de que se resuelva ni se solvente en los próximos días». Las únicas partidas que no se bloquean en los puertos de la Península son las perecederas «porque el sector está obligado a ello y los huelguistas conocen a la perfección la actual normativa del Ministerio de Transportes para no ser sancionados».

Las empresas de construcción, sector inmobiliario, informática, mobiliario y resto de sectores productivos de las Islas «se están ya viendo afectados por el retraso en la llegada de materiales, lo cual afectará a su operatividad». El presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, Antoni Mercant, puntualiza que la actual coyuntura «es preocupante por el impacto económico que va a tener a corto plazo en las empresas de las Islas». La entidad cameral afirma que se trata de una «huelga patronal» para reivindicar una bajada del precio del combustible, «porque los costes hacen inviable su normal actividad».

El Govern balear, ante esta coyuntura, mantiene un silencio absoluto pese a las críticas que está recibiendo desde las patronales por no presionar para impedir que las mercancías se queden en tierra. Las patronales de transporte de las Islas exigen, por ello, al Govern y al Gobierno central que se garantice el transporte de las mercancías desde la Península a Balears «porque en caso contrario se llegará a una situación límite que acabará con el desabastecimiento de determinados productos en los próximos días y semanas».