De izquierda a derecha: Miquel Roca, Josep Pomar, Juli Fuster, Oriol Lafau, Patricia Gómez, Olga Insua, Juan Blanco y Joan Salvà, este miércoles, antes de la presentación en Son Espases. | Pilar Pellicer

«Una de cada dos consultas de Atención Primaria son de salud mental», así lo afirmó el coordinador autonómico de este tipo de trastornos, Oriol Lafau, durante una mesa posterior a la presentación del libro Presente y futuro de la salud mental en España. «Y podrían ser más, porque hasta el 50 % de las consultas restantes son por dolor, que puede ser una de las consecuencias», añadió. La causa es conocida, ya que sucede tras dos años de pandemia, y no sólo afecta a los centros de salud, los expertos reunidos coinciden en señalar que estos trastornos comunes, como son la ansiedad, el estrés o la depresión, copan también el servicio hospitalario. «Después de la fase aguda de la pandemia detectamos síndromes neuropsiquiátricos en gente que no tenía síntomas antes de la COVID», aseguró el jefe del servicio de Psiquiatría de Son Espases, Joan Salvà, quien tildó de «tsunami» este incremento de la demanda que «nos está desbordando».

Por otra parte, muchos de los que ya estaban diagnosticados con una enfermedad mental «se han agravado», de forma que «estamos completos desde que se inició la pandemia, algo que no había pasado nunca», añadió el doctor Salvà. El futuro en el hospital, dicen, tendrá que pasar por procesos ambulatorios, mientras que Atención Primaria ya no es una puerta de entrada porque la salud mental está presente de forma generalizada.

Para tratar este tipo de trastornos «depende del momento que el abordaje sea farmacológico o por psicoterapia, aunque la sinergia de ambos es lo mejor, según la evidencia científica», añadió Miquel Roca, decano de la Facultad de Medicina de la UIB. El doctor Roca advirtió también que que la pandemia ha incidido en los aspectos afectivos, adaptativos y de ansiedad. «La afectación a corto plazo ha sido significativa», aseguró, si bien consideró que había que dejar «reposar» el «aluvión» de estudios que se han realizado en poco tiempo para ver mejor el impacto de lo que ha pasado. Uno de los colectivos vulnerables más afectados, como se recordará, ha sido el de los menores. Desde el público, Isabel Flórez, directora del Instituto Balear de Salut Mental de la Infancia y la Adolescencia, remarcó la gran cantidad de jóvenes que se atiende sin antecedentes previos por autolesiones o trastornos de la conducta alimentaria.