La acusada, de 42 años en el juicio que tuvo lugar en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma. | Guillermo Esteban

Compradora compulsiva. La Audiencia de Palma ha condenado a dos años de cárcel a una mujer que gastó 82.381 euros con la tarjeta de  la empresa entre 2016 y 2018. La acusada, de 42 años, era la administradora de una compañía de barcos de lujo a la que deberá indemnizar con 40.000 euros. También aceptó una multa de 1.080 euros. El tribunal de la Sección Primera tuvo en cuenta las circunstancias atenuantes de reparación del daño, ya que la procesada ha consignado 15.000 euros antes del juicio, y de dilaciones indebidas.

Los hechos ocurrieron entre abril de 2016 y julio de 2018. La mujer, que ostentaba un cargo de especial confianza, era la responsable de la caja diaria de la empresa y disponía del uso de tarjetas bancarias vinculadas a las cuentas corrientes de la compañía.

La Fiscalía recoge en su escrito que con una de las tarjetas de la empresa realizó gastos que ascienden a 3.626 euros. Compró en Ikea, en El Corte Inglés, en Decathlon, Amazon y varios vuelos en distintas compañías aéreas. Con otra de las tarjetas procedió al pago de gastos personales con dinero en efectivo de la empresa al tener disponibilidad de la caja. La acusada acudió a un taller a reparar su Fiat 500 L y pagó 189 euros con la tarjeta de la compañía. Hizo lo propio para abonar facturas de la ITV, multas de tráfico o un cumpleaños en Katmandú Park. El abogado defensor pidió la suspensión de la pena de prisión y el tribunal no se opuso con la condición de que abone el resto de la responsabilidad civil en los próximos dos años y de que no cometa ningún delito en un plazo de cinco.