Más allá de las camas elevables. La ley turística que se presentó en Madrid incidía en la obligación de cambiar las camas de los hoteles para mejorar las condiciones laborales de las camareras de piso, pero se fue mucho más allá con la limitación de nuevas plazas turísticas. | Jaume Morey

Los partidos de la izquierda negocian a contrarreloj modificaciones en la polémica ley turística, que este mismo lunes registrarán en el Parlament ya que acaba el plazo para presentar enmiendas al texto. PSIB, Podemos y Més llevan días negociando con total discreción y ya hay acuerdo en alguna de las propuestas presentadas por Podemos y Més. No hay cambios en la moratoria de plazas, que se mantiene en las mismas condiciones que el texto inicial, si bien Més quiere lograr una reducción y rebajar de 16 a 12 años la edad para alojarse con los padres en la misma habitación. Es probable que en las enmiendas que se registren la edad máxima quede fijada en 14 años por acuerdo de los tres partidos.

En el caso de las peticiones de Podemos, se ha aceptado incluir que al menos el 3 % de los productos que se ofrezcan en alimentación y bebidas en los establecimientos sean locales. Este porcentaje sube al 5 % si el establecimiento es un agroturismo. El acuerdo al que ha llegado la izquierda señala, además, que si un alojamiento sube al 10 % de forma voluntaria la oferta de producto local, se le compensara con distinciones añadidas en materia de calidad, Las modificaciones que ha propuesto Podemos y que se incorporarán al texto pasan por la obligación de incluir un punto de recarga eléctrica por cada 10 plazas de aparcamiento en las instalaciones hoteleras. También se busca dar un impulso al uso de productos de limpieza ecológicos que sean menos tóxicos para las trabajadoras que limpian las instalaciones.

Con respecto a las ‘kellys’, la izquierda seguía negociando ayer nuevas modificaciones en la ley. Podemos pretende que haya medidas específicas, más allá de las relacionadas con la ergonomía que supone la instalación de camas elevables. Una de las peticiones es que la ley fije una determinada carga de trabajo para las empleadas, algo que ha pedido el sector en una reunión con la presidenta del Govern, Francina Armengol.

Competencias estatales

Sin embargo, esta pretensión de Podemos podría chocar con la legislación estatal, por lo que el Gobierno podría presentar un recurso de inconstitucionalidad contra este apartado de la ley y eso es algo que pretenden evitar los partidos del Pacte. La medida, por tanto, se seguía negociando ayer.
Podemos ha pedido que las obras que se realicen en los hoteles no supongan un aumento de altura y negocia con los demás partidos una ampliación del cuerpo de inspectores y más contundencia contra las posibles sanciones, incluidas las derivadas de no cumplir la obligación de que al menos el 3 % del producto que se ofrece sea local. De no ser así, habrá sanciones para los infractores. «Hay que buscar alguna mejora en el Parlament cuando se tramite, pero el acuerdo es muy amplio» dijo el conseller de Model Econòmic, Iago Negueruela, cuando se le preguntó por la tramitación parlamentaria del decreto ley. Negueruela ya dejó abierta la opción de introducir alguna modificación, que es lo que se ha estado negociando por parte de los partidos durante todo este fin de semana.

Uno de los aspectos más polémicos de la ley es el referido a la posible ampliación de los hoteles para ajustarse la normativa. Se deja en manos de los consells la decisión de que sea un 10 o un 15 % para medidas relacionadas con la circularidad. Podemos pide que se apueste aún más por la obligación de que los establecimientos hoteleros tengan energías limpias y una menor dependencia del gas.