Mochilas, en un pasillo de un colegio de Ibiza. | Archivo

La última memoria del Institut per a la Convivència i l’Èxit Escolar (Convivèxit) refleja el impacto negativo que ha tenido la pandemia sobre la salud mental de los alumnos de Balears. Las peticiones de los centros para pedir asesoramiento a la entidad sobre malestar emocional, depresión y autolesiones se han triplicado, pasando de representar un 4,2 % en el curso 2018-2020 a un 12,3 % en el siguiente, marcado por el confinamiento y las restricciones contra el coronavirus.

«Salen los efectos de la pandemia; están tristes y tienen estrés», explicó ayer la directora de Convivèxit, Aina Amengual, durante la presentación del informe. «Puede que hayan perdido familiares o que en casa tengan problemas económicos, los niños lo perciben porque son sensibles», comentó, y añadió que la guerra en Ucrania tampoco ayuda. Amengual detalló que el perfil de los menores que manifiestan este malestar emocional son, principalmente, adolescentes de entre 13 y 16 años. La directora también comentó que estos problemas no solo se deben a la pandemia, porque puede haber casos de desestructuración familiar, padres en paro o cambios continuos de domicilio. El conseller d’Educació i Formació Professional, Martí March, aseguró que están «preocupados» y «ocupados» sobre este tema, y recordó que Balears es una de las pocas comunidades con un protocolo sobre conductas autolíticas. «Lo importante es que nos adelantamos al problema, que existe; la escuela es un observatorio clave», insistió March.

Amanda Fernández, Martí March y Aina Amengual presentaron este lunes el informe.    Foto: CAIB

Casos de acoso

La memoria registra también los casos de acoso en los colegios. Si en el curso 2019-2020 se abrieron 264 protocolos, de los cuales 69 fueron valorados como acoso, el curso pasado fueron 308 y 87, respectivamente. Además, con la notificación y la activación del protocolo más de un 70 % de los casos se resolvieron positivamente. «Esto se debe a que se redujeron las interacciones entre los alumnos por las restricciones, como la de los grupos burbuja», apuntó la directora general de Primera Infància, Innovació i Comunitat Educativa, Amanda Fernández.

La mayoría de los casos de acoso del curso pasado los sufrieron alumnos con necesidades educativas especiales, registrándose 53 incidentes. También se notificaron 25 agresiones por el aspecto físico, 16 machistas, 13 homófobas y 12 por motivos religiosos o culturales. Asimismo, se duplicaron las notificaciones del Registre Unificat de Maltractament Infantil, pasando de 360 en el curso 2019-2020 a 606. Fernández recordó que en 2020 se activaron menos veces por el confinamiento. Los casos de ayuda a alumnado trans pasaron de 8 a 45 gracias a los protocolos.