Aeropuerto de Ibiza. | Marcelo Sastre

Las aerolíneas británicas y touroperadores prevén que los retrasos en la programación de vuelos se prolonguen hasta principios de julio, lo cual ha generado preocupación en el sector turístico de la Isla por todos los imponderables que esta situación anómala está generando a los operadores aeroportuarios. Los touroperadores del Reino Unido, entre ellos Jet2 Holidays y EasyJet Holidays, afirman que la situación se ha agravado en las últimas semanas «por la avalancha de la demanda para viajar al extranjero, de ahí que se avecinan semanas muy complicadas en toda la operativa de los aeropuertos».

En Son Sant Joan los retrasos medios en los vuelos con origen y destino al Reino Unido llegan hasta la cinco horas, circunstancia que se agrava luego en los controles de pasaportes, recogida de maletas y acceso a los autocares discrecionales para ser trasladados a hoteles de todas las zonas vacacionales de la Isla. El secretario de Transporte    del Reino Unido, Grant Shapps, ha advertido a las empresas turísticas que «no deben reservar en exceso viajes para evitar el caos este verano». Al mismo tiempo ha declarado, ante las quejas que llegan desde Balears y resto de destinos españoles, que las escenas de los últimos días en las que los viajeros lloran «no deben volver a ocurrir». También acusó a los touroperadores británicos de «sobreventas que no pueden cumplir debido a una crisis de escasez de personal». Para hoteleros y transportistas el problema de los retrasos, provocado en parte por el ‘Brexit’, se va a acentuar en los próximos diez días, ya que la programación de vuelos con el Reino Unido se asemeja a la que se programaba antes de la pandemia.

Enaire

El ente Enaire, por su parte, se vio obligado este miércoles a cancelar todos los despegues de los aviones en los tres aeropuertos de Balears por un fallo técnico en las frecuencias de radio, lo que motivó que las torres de control y el centro de control de Palma restringieran dicha actividad por espacio de diez minutos a primera hora de la mañana. Enaire puntualiza que se produjo un fallo en las configuraciones de radio «que no impidió en ningún momento que pudieran aterrizar todos los aviones que estaban programados y volando    en esos momentos hacia los aeropuertos de la red de AENA, así como del resto de aeropuertos europeos».

Asimismo, Enaire indica que «en ningún momento cerró Son Sant Joan, ya que de inmediato se subsanó la configuración informática y volvió la normalidad». El número de vuelos que en Son Sant Joan se vieron afectados por este fallo puntual en la caída de las frecuencias de radio que conecta la torre de control con los aviones, fue de una veintena. «Las compañías fueron informadas y se espaciaron los despegues de forma progresiva». Enaire reconoció que la incidencia había sido puntual y que estaban investigando lo sucedido.