Imagen de archivo de La Caixa

CaixaBank, el mayor banco comercial del país y líder en Balears, ha puesto el foco en la venta de fondos de renta fija ante el nuevo entorno de mercado de tipos de interés al alza. A principios de mayo registró un nuevo fondo de inversión, el CaixaBank Deuda Pública España Italia 2025 con el que ha logrado suscripciones netas durante mayo por 908 millones de euros. Con este nuevo producto, la entidad se lanza a captar el ahorro conservador en Balears.

En apenas un mes, este fondo que invierte en deuda soberana española e italiana con vencimiento en torno a 2025, se ha colocado como el tercero que más dinero nuevo capta en lo que va de año, según datos recogidos por la consultora VDOS.

«Después de más de una década sin inflación estamos asistiendo a un fuerte repunte de la misma a nivel global. Esto ha motivado un cambio de discurso de los bancos centrales del mundo desarrollado y que alguno de ellos haya empezado a actuar reduciendo los programas de compras de activos e incluso haya comenzado con el ciclo de subidas de tipos. El movimiento de subida de tipos del mercado lo hemos aprovechado para lanzar varios fondos de deuda pública que han sido muy bien acogidos por los inversores», indican desde CaixaBank.

Las mismas fuentes explican que con este telón de fondo, «la rentabilidad ofrecida por los gobiernos ha alcanzado niveles no vistos en los últimos seis años y ahora esta coyuntura va a ser la tónica general a corto y medio plazo».

Balears, dentro de esta estrategia bancaria, se posiciona como una de las zonas en donde los principales bancos van a actuar con una clara estrategia comercial para captar ahorro privado.

Los analistas puntualizan que la brutal escalada de la inflación desde prinicpios de año y el consiguiente endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales para combatirla «está provocando una revolución en la estrategia comercial de la banca española inimaginable hasta hace apenas unos meses».

Puntualizan que los bancos se preparan para comenzar a pagar por los depósitos a partir de la vuelta del verano. De confirmarse sus planes, romperán una tendencia prácticamente ininterrumpida a la baja en los tipos del pasivo de catorce años, iniciada en octubre de 2008 por la gran crisis financiera. Todo apunta a que será un proceso gradual en el tiempo y limitado en cuanto a clientes beneficiarios, salvo que alguno de los bancos rompa el mercado con una oferta agresiva para captar clientes que arrastre al resto.