Jubilados, en un banco de una plaza de Eivissa.  | Irene Arango

El 53,7 % de los pensionistas de Baleares perciben cantidades inferiores al salario mínimo interprofesional (SMI) vigente. Es decir, que de los 178.920 pensionistas registrados en las Islas el pasado 1 de julio, un total de 96.046 cobraban menos de 1.000 euros mensuales. Así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social hechos públicos ayer, los cuales, además, muestran que son las mujeres las que concentran la mayor parte de las prestaciones por debajo del SMI: prácticamente el 60 % de esos pensionistas (57.152) son de sexo femenino, mientras que el 40 % restante (38.894) son hombres.

El porcentaje de pensionistas con una prestación por debajo del SMI en Balears está a un punto de la media estatal, situada en 52,7 %. Por otro lado, un 42,6 % (76.151) de pensionistas baleares perciben una cantidad entre el salario mínimo y la pensión máxima, mientras que únicamente un 3,8 % (38.894) recibe una pensión máxima o superior. El modelo económico es uno de los condicionantes claves para que la media de las pensiones baleares se sitúe por debajo de la del conjunto del Estado. Así, la economía cuenta con un gran número de trabajadores fijos-discontinuos con inevitables lagunas en su cotización.

Asimismo, hay una predominancia del sector servicios que hace que sueldos y cotizaciones sean por lo general inferiores a los de otras comunidades con mayor peso del sector industrial como País Vasco o Navarra. Por lo que respecta al tipo de prestaciones, la jubilación es la que concentra a un mayor número de pensiones con 132.325, seguida por este orden de la viudedad (44.897); incapacidad permanente (17.820); orfandad (6.181) y favor de familiares (120).

Todo ello para llegar a un total de 201.343 pensiones. Cabe señalar que la proporción es de 1,1 pensiones por pensionista, dado que hay gente que cobra más de una prestación. Así, el número de pluripensionistas (titulares de dos o más pensiones) es de 21.862 (un 12 % del total de pensionistas), con un porcentaje sensiblemente mayor entre las mujeres (que suelen aunar jubilación    y viudedad) que entre los hombres: el 20 % y el 4 % de cada uno de esos colectivos, respectivamente.