La gorgonia roja, una de las especies afectadas por las olas de calor en el Mar Mediterráneo.    | IMEDEA

Un equipo internacional liderado por el Institut de Ciències del Mar y con intervención del Institut Mediterrani d’Estudis Avancats (Imedea, participado por la UIB) ha comprobado que, entre los años 2015 y 2019, el Mediterráneo experimentó una serie de olas de calor marinas que afectaron a todas las regiones de la cuenca, dando ello lugar a eventos de mortalidad masiva recurrentes durante todo el período analizado. Los detalles se recogen en un estudio publicado recientemente en la revista Global Change Biology. Según el trabajo, se vieron afectadas unas 50 especies (incluyendo corales, esponjas y macroalgas, entre otras) a lo largo de miles de kilómetros de costas mediterráneas, desde el Mar de Alborán hasta las costas del Próximo Oriente.   

Las mortalidades se observaron entre la superficie y los 45 metros de profundidad, donde las olas de calor marinas registradas fueron excepcionales, afectando a más de un 90 % del Mediterráneo y alcanzando temperaturas de más de 26 grados en algunas áreas. Algunas de las especies más afectadas por los episodios de mortalidad masiva en el Mediterráneo son clave para el mantenimiento del funcionamiento y la biodiversidad de los principales hábitats costeros.

Entre ellas se encuentran las praderas de Posidonia oceanica o las poblaciones de corales, dos de los hábitats más emblemáticos de este mar. Es la primera vez que un estudio evalúa los efectos de las mortalidades masivas a escala mediterránea durante cinco años consecutivos. Gracias a la participación de más de 30 grupos de investigación de 11 países, se ha podido observar la incidencia y la severidad de la mortalidad en toda la cuenca.