Momento en que promete el cargo. | Jaume Morey

El Palau de l’Almudaina, en Mallorca, ha acogido este martes una insólita ceremonia: la toma de posesión del cargo del nuevo fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que sustituye a Dolores Delgado. Nunca antes en la historia democrática se había producido una toma de posesión de una autoridad del Estado en este recinto.

Álvaro García Ortiz prometió, «por sus conciencia y honor, cumplir con las obligaciones del cargo de fiscal general del Estado, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado». El nuevo responsable del Ministerio Fiscal prometió el cargo sobre una Constitución que estaba abierta en la página donde aparece el artículo 124, que es el referido al funcionamiento el Ministerio Fiscal, dentro del apartado relativo al Poder Judicial.

La Constitución sobre la que prometió García Ortiz, así como el cojín en el que se apoyaba y la mesa que los sujetaba se trajeron ex profeso de Madrid, del Palacio de la Zarzuela, ya que se intentó representar en Palma, con todas sus características, las tomas de posesión de las altas autoridades del Estado, que habitualmente se celebran en la capital del reino.

Para asistir a la toma de posesión que debe hacerse ante el Rey se desplazaron a Palma las principales autoridades judiciales y gubernamentales, encabezadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También viajó la ministra de Justicia, Pilar Llop, que actuó en la ceremonia como notaria mayor del Reino. Junto a ellos se encontraba el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Sofía Puente.

Todos ellos asistieron a la toma de posesión, que se celebró en el Salón Gótico del Palau de l’Almudaina, el lugar en el que se celebran las audiencias con las autoridades de las Islas y donde hasta ahora se desarrollaba la recepción a la sociedad civil balear, que este año se ha trasladado al Palacio de Marivent.

La toma de posesión se produjo un día después de que el Consejo de Ministros aprobara el nombramiento de Álvaro García Ortiz, en sustitución de Dolores Delgado, que deja el cargo por motivos de salud, según ha asegurado ella misma.

El nuevo fiscal es licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y Fiscal de Carrera desde 1999. Fiscal de Sala del Tribunal Supremo, es miembro del Consejo Fiscal desde 2018. Inició su carrera profesional en Maó y en el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears. Su último destino, antes de la Fiscalía General, fue la Fiscalía de Santiago de Compostela y el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. En su estancia en Galicia también ostentó el cargo de fiscal de Ordenación del Territorio, Patrimonio Histórico e Incendios Forestales. El nuevo fiscal general era la mano derecha de Dolores Delgado hasta su dimisión.