La mayoría de los pacientes son pediátricos. | Efe

Un total de ocho pacientes oncológicos de Baleares se han podido beneficiar del tratamiento de radioterapia de protones durante el primer año de la puesta en marcha de esta prestación. Los enfermos han sido tratados en la clínica Quirón de Madrid y en la clínica universitaria de Navarra. Dos de ellos a lo largo de este año y otros seis en 2021.

La radioterapia por protones se ha desarrollado en los últimos años como tratamiento del cáncer infantil. Se utilizan partículas pesadas, haces de protones, en lugar de fotones o electrones, que son partes de los átomos que causan poco daño a los tejidos que atraviesan, pero que son muy efectivos en eliminar a las células que se encuentran al final de su trayectoria.

Guiados correctamente, los protones tienen la particularidad de garantizar la liberación localizada de energía minimizando los efectos nocivos sobre los tejidos sanos y concentrando, a su vez, las dosis altas de radiación en el tejido tumoral.

Es gracias a esta característica que esta terapia está particularmente indicada para tratar tumores profundos, sobre todo cuando lo conveniente es preservar órganos sanos o estructuras más críticas. De estas manera, se reducen mucho las secuelas por la exposición a fotones como son tumores secundarios o daños a órganos o estructuras vitales.

En edad pediátrica, la exposición a estos fotones, presentes en la radioterapia clásica, puede conllevar importantes efectos secundarios tanto en la fase aguda de la enfermedad como a largo plazo. Los más destacables son la alteración del crecimiento o de la esfera cognitiva, o la neoplasia radioinducida. De ahí la importancia de esta alternativa.

El IB-Salut tramitó en septiembre de hace un año el acuerdo marco para la contratación de este servicio y así poder derivar pacientes por un coste aproximado de 925.000 euros en dos años. Sin embargo, durante este primer ejercicio en funcionamiento el presupuesto ha sido de 285.000 euros.