Participantes en la Jornada de Gestión de Riesgos en el Sector Turístico.

La temporada turística de verano ha superado todas las previsiones y situado a Balears como líder en llegada de turismo extranjero, gasto turístico, ocupación y pernoctaciones hoteleras, así como en creación de empleo. Esta tendencia no va a seguir durante el otoño e invierno, de ahí la preocupación manifiesta de todos los operadores turísticos de las Islas y Govern, tal y como se puso ayer de manifiesto en el transcurso de la XVII Jornada Anual de Gestión de Riesgos en el Sector Turísticos organizada por WTM en Palma.

El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, para paliar cualquier caída en picado del turismo durante el otoño e invierno, anunció ayer políticas específicas de reactivación en los meses más duros del invierno. El subdirector general de Estrategia y Servicios del Sector Turístico de Turespaña, Felipe Formariz Pombo, dentro de una visión macroeconómica, dejó entrever que los problemas geopolíticos derivados de la guerra ruso-ucraniana, la evolución al alza de la inflación y el incremento de los precios energéticos, van a ser determinantes de cara a la próxima temporada turística 2023.

La inflación, en este sentido, va a mediatizar la evolución turística en todos los mercados emisores europeos, que están ya viendo cómo el crecimiento del PIB se está ralentizando y que la carestía de los productos y la energía no para de crecer. Formariz incidió en esta adversa coyuntura económica, así como en la implantación de nuevos sistemas regulatorios de control de fronteras entre países. Pese a la tendencia positiva de la industria turística durante este verano, tanto Mark Hoddinott, de Meliá; como la CEO del grupo Piñero, Encarna Piñero, y la presidenta de la patronal CAEB, Carmen Planas, vislumbran un horizonte con muchos interrogantes.

Representantes del sector turístico presentes en la jornada puntualizaron que la temporada 2023, con los condicionantes geopolíticos y económicos actuales, es una incógnita porque si durante este invierno se podrá apreciar ya una caída de los viajes turísticos, en la temporada de verano 2023 «la tendencia irá a más, porque cada vez será más caro viajar por el incremento del precio del combustible». La estrategia de apostar por un turismo sostenible, la digitalización y la circularidad, en su opinión, puedan quedar anulados por la coyuntura económica.