Imagen de archivo de una inundación en Mallorca.

Si el próximo 2 de noviembre pita su móvil y salta un mensaje de alerta, no hay que asustarse, es un simulacro. La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior realiza las pruebas en Baleares para verificar el funcionamiento del protocolo ES-Alert. Lo que se pretende es poder enviar un aviso a la población que se encuentra en una zona afectada por emergencias o catástrofes inminentes con las instrucciones de cómo actuar.

El director del sistema integrado de Emergencias 112 de Balears, Vicente Soria, explica que todavía queda por definir la zona a la que se enviará el mensaje en un proceso de prueba que durará una hora. «Básicamente será un aviso que saldrá en el teléfono, con el que se comprueba que las torres repetidoras de las compañías telefónicas reciben el mensaje de Madrid», relata. Y es que a este primer simulacro le seguirán otro, más adelante porque «la idea es que cada comunidad pueda hacer avisos específicos a su población, a través del 112, siempre que el riesgo sea específico de ahí», añade.

La zona se definirá en función de algún riesgo «ya sea de explosión de materias peligrosas o de inundaciones... Riesgos definidos e identificados». La gente que esté dentro del perímetro recibirá este mensaje pero «no tiene que hacer nada, tampoco llamar, sólo seguir las indicaciones que le pedirán que apriete un botón para confirmar que ha recibido el mensaje», declara Soria.

Eso en el caso del simulacro. El proyecto, que se está implantando a nivel europeo, pretende ser una realidad antes de verano de 2023 y para entonces cuando se reciban los mensajes que ya no sean de prueba en éstos se definirá el tipo de riesgo y las medidas a tomar, como una evacuación o un confinamiento. El sistema pretende servir para ganar margen de reacción frente a inundaciones, incendios, explosiones o fugas de gas... Si bien hay fenómenos que seguirán siendo impredecibles como sería el paso de un cap de fibló.