Los alergólogos María José Pascual, Antonio Valero, Nancy Ortega, Ernesto Enrique yJavier Montoro presentaron el simposio internacional con mayor éxito de asistentes, unos 1.600.

En Baleares hay 14 alergólogos trabajando en la sanidad privada y sólo uno en la pública. La demanda de una población en la que tres de cada diez personas padecen una alergia supera ampliamente a las necesidades y la perspectiva en incidencia va a peor. Los incrementos de temperatura, a consecuencia del cambio climático, alargan los periodos de polinización de las plantas por lo que «la oferta alergénica se incrementa, así como el tiempo de exposición», explican desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) que estos días celebra su simposio internacional en Palma.

Las plantas se adaptan al déficit hídrico y el polen puede volverse más agresivo favoreciendo una mayor intensidad de la rinitis o el asma. «El cambio climático y la contaminación interactúan con los alérgenos y con las personas alérgicas, y puede tener consecuencias a medio y largo plazo: más prevalencia, más intensidad, más gravedad y más duración», explica el presidente de la SEIAC, el doctor Antonio Valero.

Más allá de la respiratoria, los expertos estiman que en el plazo de dos a tres décadas, la mitad de la población tendrá algún tipo de alergia. Con estas cifras en el horizonte, la consellera de Salud, Patricia Gómez, explicó ayer, durante el encuentro de profesionales, que Baleares incluirá en los presupuestos del año 2023 la creación de la primera Unidad Clínica Multidisciplinaria en Enfermedades Alérgicas que, con los años, prevé incorporar a hasta cinco especialistas. Como se recordará, con una población de 1,2 millones de personas, es la única comunidad que no cuenta con este servicio.

La organizadora del congreso, María José Pascual, muestra su satisfacción pero asegura que seguirán «observantes», pues «todos los actos que hemos realizado hasta la fecha han sido infructuosos». El anuncio de la creación de este servicio, que se ubicará en Son Espases, «suele coincidir con un cambio de gobierno», añade. Por otra parte, critica que la unidad lleve en su nombre la palabra ‘multidisciplinar’ porque «nuestra especialidad ya lo es y, aunque colaboramos con otros servicios, no implica que el alergólogo tenga la función de redirigir a los pacientes, está plenamente capacitado para valorar, diagnosticar y tratar», asegura la doctora Pascual, quien también es secretaria de la Sociedad Balear de Alergología.

El apunte

«¿Por qué llevamos 10 años reclamando alergólogos?»

La Organización Mundial de la Salud recomienda que haya un especialista por cada 50.000 habitantes. A día de hoy, en el sistema público de Balears, hay uno para una población de cerca de un 1,2 millones de habitantes. Desde la SEIAC no entienden «¿por qué llevamos 10 años reclamando este servicio en Balears?».