El empresario, en una anterior visita a los juzgados. | Alejandro Sepúlveda

«Entendemos que no hay prueba de cargo suficiente para sostener nuestro escrito de acusación». El fiscal Tomás Herranz ha anunciado al finalizar la declaración de todos los testigos de cargo del 'caso Cursach' que retirará toda la acusación contra todos los acusados. La falta de concreción de los testigos y la endeblez de numerosas declaraciones llevan a que Anticorrupción pliegue velas sobre todos los acusados. Lo ha hecho fuera de trámite para que las defensas puedan reordenar sus testigos e intentar acortar el juicio, que está previsto que dure hasta el próximo 15 de febrero.

Los fiscales Herranz y Juan Carrau ya recortaron de forma drástica la calificación inicial al excluir a los testigos acusados de mentir en el TSJIB. Rebajaron la petición de prisión para Cursach a un año y medio. Tras veinte días en los que han declarado más de un centenar de testigos, el hundimiento de los cargos ha sido palpable. La tesis central de la acusación: que algunos locales fueron perseguidos de forma injusta por parte de la Policía Local a instancia de Cursach, se tambalea después de que la mayoría de testigos admitieran que sus establecimientos incumplían la normativa.

Las acusaciones particulares, por el momento, mantienen los cargos. El tribunal ha aclarado que no forzará ahora un pronunciamiento por su parte dado que el trámite de conclusiones definitivas es posterior. La mayoría de defensas han renunciado también a algunos testigos pero quedan a la expectativa de lo que digan los empresarios que denunciaron a Cursach.