Nicolas Huss.

Nicolas Huss es CEO de Hotelbeds, el mayor banco de camas del mundo, y que tiene su sede en Palma. Sustituyó en el cargo a Joan Vila en mayo de 2021 con el objetivo de relanzar la compañía. Hotelbeds, que facturaba 6.000 millones antes de la pandemia y operaba en 180 países diferentes, está participada por el fondo británico Cinven y el canadiense CCPIB, que lo compraron a TUI en 2016 por 1.165 millones de euros.

¿Cómo analiza la rápida recuperación de la actividad turística?

—Este año hemos visto cómo la recuperación de la demanda ha sido superior a lo previsto. Esta curva en positivo se aprecia de manera semejante en todos los destinos vacacionales. Es cierto que la falta de talento ha afectado también de forma negativa, pero el balance hasta la fecha es positivo.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido en esta dinámica?

—La recuperación se ha producido pese a los altibajos derivados del actual conflicto bélico, así como de los problemas vividos en el sector aéreo y aeroportuario en Europa. Como consecuencia de todo esto, se ha generalizado un fenómeno comercial, como es el last minute. Esto ha provocado una presión a los hoteles, pero curiosamente la industria turística se ha recuperado de la crisis con precios hoteleros altos. El precio de la habitación ha aumentado y la tendencia es que se mantengan en esta tónica para asegurar la rentabilidad de los establecimientos. Opino que se va a reconquistar la cuota de mercado perdida por la pandemia.

¿Qué evolución tendrán las ventas de último momento?

—El last minute es una tendencia que viene para quedarse, por lo que hay que adaptarse a esta dinámica porque el perfil del cliente varía y evoluciona. El consejo que se puede dar es que cuanto antes se reserven las vacaciones, más baratas serán. Es difícil hacer previsiones para el segundo semestre de 2023, pero también es cierto que la incertidumbre puede jugar un papel primordial. La incertidumbre provoca que se generalice la reserva de a muy corto plazo, de ahí que el canal de comercialización elegido influya mucho y el propio perfil del cliente.

¿Hay ganas de viajar?

—Después de todo lo sucedido con la COVID-19, la gente tiene ganas de viajar y esta tendencia seguirá en 2023.

¿Qué estructura engloba Hotelbeds a nivel de cuota de mercado?

—Tenemos un portfolio de 300.000 hoteles en todo el mundo, de los cuales 1.600 se encuentran en Balears. Contamos con 3.000 trabajadores, cuya media de edad es de 30 años. Decir que el 40 % del empleo, es decir 1.300 personas, se encuentran en la sede de Palma. Nuestra infraestructura nos permite tener cada día 4.000 millones de búsquedas, con 55.000 peticiones por segundo. Semana a semana registramos en estos momentos récords de búsquedas. Todo ello es gracias a nuestra potente base de datos y Balears es muy importante para nosotros en todos los sentidos.

¿Cómo consiguen este posicionamiento a nivel internacional?

—Invertimos en tecnología porque es vital. Tanto es así que hemos duplicado el presupuesto anual para competir con los más grandes del sector.

¿Qué estrategia tienen con los hoteleros?

—Es un trato muy directo y les apoyamos en la renovación de la planta hotelera, tanto aquí en las Islas como en otros destinos. Nos adaptamos a sus productos y exigimos unos estándares de calidad que demandan nuestros clientes. Estamos aquí para apoyar y no para controlar. Para cada hotel hacemos un estudio detallado para mejorar su competitividad. Damos apoyo, datos, perspectivas de negocio, pero no forzamos. Simplemente informamos. Somos una empresa global que busca la máxima calidad.

¿Ve incertidumbres en 2023?

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—Lo que vemos es que hay más nubes que nunca, pero las intenciones de compra de viajes no han bajado. Escucho en todos los países en los que operamos que la intención de compra crece de manera especial en el segmento de las parejas y las familias. Cuando pides el impacto a nivel personal, no lo ven tan dramático pese a la actual coyuntura. El turismo es muy resiliente y aunque se acorten las estancias no se renuncia a las vacaciones.

¿Balears cómo está posicionada?

—Este año Balears ha tenido un gran año a nivel turístico y todo hace indicar que 2023 será igual o mejor. Es cierto, que la capacidad de previsión se reducirá más con el last minute. La competencia va a aumentar, pero esto nos algo nuevo. En una coyuntura de normalidad es lógico que los destinos sufran, pero la cuota de mercado de Balears se mantendrá.

¿Qué opinión tiene sobre el vuelo de United Airlines a Palma?

—El mercado norteamericano es muy resiliente y se ha recuperado de forma rápida de la COVID-19, en parte gracias a la fortaleza del dólar. Europa es un destino al que han ido los estadounidenses, ya que no tenían posibilidad de hacerlo a otros destinos, caso de Asia, por las restricciones. Este año hemos visto cómo ha evolucionado su comportamiento ello explica que hayan ido a destinos a los que no iban nunca. Aquí, se encuadra el vuelo de United Airlines de Nueva York-Newark a Palma. Para 2023 hay dudas, principalmente porque habrá más competencia mundial. Si el dólar se mantiene en los mismos niveles respecto al euro, nos veremos beneficiados.

¿Ve bien posicionado a Balears en la actual coyuntura?

—Somos un actor más de la industria turística, ya que no decidimos. Balears tiene ventajas muy fuertes, ya que cuenta con un ADN turístico muy importante, así como con infraestructuras muy buenas y hay una colaboración óptima entre el sector privado y público para mantener el actual ecosistema y mejorarlo. Esto no tienen otros destinos competidores. Creemos que somos únicos, pero hay muchos destinos paralelos nivel internacional. En Balears, una vez alcanzado el éxito, es difícil reinventarse para seguir avanzado. Lo que puedo decir es que estamos todos en el mismo objetivo. Es más, toda la cadena de valor turística busca lo mejor para el ecosistema balear.

¿Apuesta por la desestacionalización?

—Como Hotelbeds apoyamos todas las iniciativas que vayan encaminadas a lograr la reactivación turística más allá de la temporada alta. Ayudamos a mejorar el destino y a colaborar para ello. El único factor que puede influir es la propia tensión sobre el destino en algunos momentos y esto hay que tenerlo muy presente.

¿Qué opina de las tensiones que se han vivido este verano en los meses punta de la temporada?

—Hay que tener una visión más global, porque una cosa es la sensación y la realidad. Lo que se ha vivido en Balears en verano, en el caso concreto de Mallorca, también se ha vivido en otros muchos destinos vacacionales del Mediterráneo. Es una cúmulo de factores externos que siempre tienen impacto. Aquí, se vivió una situación problemática en el sector aéreo, la falta de personal en tejido productivo turístico y otros más, pero la misma coyuntura adversa se vivió en la mayoría de los destinos competidores a nivel internacional.

¿Qué es lo que valora de forma positiva pese a todo lo acontecido?

—Los factores externos están ahí, pero tenemos que mejorar de forma colectiva tanto aquí como fuera. No se ha hecho un buen trabajo a nivel europeo en algunas cuestiones, pero sí puedo decir que el aeropuerto de Palma ha sido de los más organizados a nivel europeo. En el otro lado de la balanza hay que reseñar que lo sucedido a nivel de Europa no ha sido positivo, porque la sensación de los clientes ha sido negativa por todo lo acontecido con los retrasos, cancelaciones y problemas en los destinos. Hay que mejorar de cara al próximo año.

¿Cómo analiza la evolución del turismo vacacional en Balears en los últimos años?

—Estamos evolucionando en los comportamientos turísticos y esto afecta a toda la industria vacacional. Se ha producido, en el caso de Mallorca, una nueva interacción por el mayor flujo de personas que en otros años. El turismo es clave para estas Islas y de una forma u otra tenemos que seguir en la senda del éxito. La calidad de las infraestructuras y la conectividad aérea es fundamental. Los turistas han venido para quedarse y hay que felicitarse por ello.

Antes ha valorado de forma positiva el diálogo turístico en las Islas. ¿Opina lo mismo con la actuación del Gobierno central?

—Lo que nos parece muy importante es el diálogo entre todos los agentes del turismo con las administraciones. El turismo es vital para la economía y aunque el Gobierno le da importancia, todos tenemos que trabajar juntos para maximizar toda la cadena de valor del turismo. Es un tema que hay que continuar analizando a lo largo de los años para mejorar todo aún más y ayudar al turismo español a alcanzar todo su potencial.