La primera entrega del caso 'Qatargate' estalló en 2013, cuando la revista France Football desveló presuntas irregularidades en la concesión del Mundial de Fútbol de 2022 a Catar. Por aquel entonces, en Baleares gobernaba José Ramón Bauzá, con el Partido Popular; un año y una legislatura tensa marcada especialmente por el conflicto en la enseñanza y una fuerte oposición al TIL (Tratamiento Integrado de Lenguas), que imponía el trilingüismo en las aulas.

La segunda entrega del 'Qatargate', que saltó hace apenas una semana en el seno del Parlamento Europeo por un presunto pago de sobornos por parte de Catar, pone el foco sobre el eurodiputado mallorquín, al trascender que lideraba el grupo de políticos de la cámara que se erigía como 'Grupo de Amistad de UE-Qatar' y que desde hace años mantiene contactos y viaja al país árabe, incluso comparte promociones de sus líneas aéreas.

Este diario ha tratado de contactar con el político enrolado ahora en Ciudadanos, especialmente después de que él mismo, a través de sus redes sociales, trasladará su «tolerancia cero» con la corrupción y se ofreciera a responder todas las preguntas necesarias respecto al tema.

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Bauzá ha declinado hacer nuevas declaraciones, pero sí lo hizo a principios de semana en un programa de Cuatro. Preguntado directamente por si le han tratado de comprar su voluntad política, el eurodiputado de Ciudadanos responde: «Jamás, jamás en mi vida, jamás en mi trayectoria política, ni me han ofrecido ni me han enseñado, ni he tenido las más mínimas sospechas... De lo contrario, hubiera actuado con contundencia y de forma inmediata. No solo no lo hubiera aceptado, lo habría denunciado».

José Ramón Bauzá asegura que el caso de corrupción le tiene «dolido, avergonzado, compungido,... como a todos los parlamentarios y sobre todo para los que somos unos auténticos defensores del europeísmo». El expresidente del Govern utilizaba Twitter para aclarar que no ha recibido dinero de manera ilegal, y entiende las suspicacias que existen ahora mismo respecto a él por defender a Catar públicamente de múltiples formas. «Es comprensible y explicable. Es evidente que Qatar forma parte de lo que nosotros conocemos como la democracia, sino todo lo contrario». Respecto a la información que ha ido compartiendo sobre el país árabe estos dos últimos años a través de sus redes sociales, y otros canales, matiza: «Lo que he dicho es que se estaban produciendo una serie de pasos que avanzaban en la línea de que lo que todos estamos exigiendo para que Catar y otros países tienen que incrementar y mejorar hacia el estado de derecho».

En esta línea, insistía en que se han producido pequeños avances y que en el caso concreto de Catar, «muchas instituciones, incluido el Parlamento, ya que se iba a producir el mundial, han trabajado para que se produjeran avances, reformas y mejoras... pero eso no significa, ni mucho menos, que estos países cumplan con los requisitos que todos reconocemos como países democráticos».

Al final de la entrevista, Bauzá asegura que el Parlamento llegará hasta el fondo de este caso, cuya investigación sigue en marcha en estos momentos y a raíz de la cual se ha detenido a la exvicepresidenta del Parlamento Europeo, la socialista Eva Kaili, y al exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri. Francesco Giorgi, pareja de Kaili y detenido en la operación contra la corrupción por sobornos pagados por Catar, también ha implicado este jueves en una declaración a la Policía al eurodiputado Andrea Cozzolino, jefe de delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con el Magreb, incluyendo Marruecos.