El juicio por estos hechos, que tuvieron lugar entre noviembre y diciembre de 2016, se celebrará en Palma. | Alejandro Sepúlveda

En apenas dos meses -entre noviembre y diciembre de 2016- se apoderó de dinero en efectivo y diversas joyas de dos de las viviendas, ubicadas en Inca y Binissalem, en las que trabajaba como limpiadora. La Fiscalía pide para la acusada un año y medio de prisión por un delito continuado de hurto. Asimismo la procesada deberá indemnizar a las denunciantes por el importe de las alhajas robadas y que no pudieron ser recuperadas en su momento. La imputada, una mujer española de 50 años sin antecedentes penales previos, se sentará en el banquillo de los acusados en una sala de lo Penal de Vía Alemania, en Palma.

Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Ultima Hora, el primero de los episodios que se juzgarán tuvo lugar en fecha indeterminada del mes de noviembre. La procesada realizaba las labores de empleada del hogar en una vivienda ubicada en la calle Canonge Barceló de Inca. Allí aprovechó que tenía acceso libre a todas las estancias del inmueble para apoderarse de 1.000 euros en efectivo que había en dos huchas en una habitación y diversas joyas, entre las que figuraban pulseras, cadenas y cordones de oro y anillos. Algunas de ellas las vendió en una tienda de compro oro de la misma localidad semanas más tarde.

Su comportamiento delictivo no se detuvo ahí, ni mucho menos. El mes siguiente, en diciembre del mismo 2016, en otra de las casas que limpiaba volvió a la carga. Esta, en Binissalem, era propiedad de la prima de la otra víctima. En un domicilio de la calle Alaró también se aprovechó de que podía circular con absoluta libertad por todos los rincones de la vivienda mientras realizaba sus laboras para hacerse con otros 1.000 euros que había en dos cajones, así como distintos anillos de gran valor además de pendientes y colgantes de oro.

Como ocurrió en la anterior ocasión también logró vender en una tienda especializada varias de las alhajas sustraídas. Tras las correspondientes denuncias interpuestas por las víctimas, la sospechosa quedó imputada por un delito continuado de hurto. Ahora tendrá que responder por ello en un juzgado de lo Penal de la capital balear.