La familia rescatada en un torrente de Palma, junto a los policías que les salvaron, este jueves en la Jefatura Superior de la Policía Nacional. | Pere Bota

«Gracias por salvarnos, teníamos mucho miedo. Gracias a vuestra rapidez estamos a salvo. Para nosotros sois unos héroes. Os queremos», estas son las palabras que Cristian, el niño de diez años que quedó atrapado con un coche en un torrente de Palma junto a su padre y hermana, ha dedicado a la Policía Nacional y a los Bombers de Palma que les rescataron. Ellos tres, acompañados de la madre de los menores y de otros familiares, han acudido este jueves por la mañana a la Jefatura de Policía Nacional para reencontrarse con los agentes y los bomberos que participaron en su delicado rescate. Los hechos sucedieron en las inmediaciones del Camí de Son Anglada. En un paso ubicado en la urbanización de Ca na Verda, conocida popularmente como 'El Hoyo'.

Antonio Sintes, el padre, ha explicado que circulaba por el lugar cuando se aproximó con el coche a la zona del torrente. «Íbamos hablando. Cuando fui a bajar frené y el coche empezó a resbalar. Hizo un recto y nos fuimos directos al agua». En ese momento, tal y como relata Sintes, el pánico se apoderó de los tres. Aún así, fue su hija Carla la que desde un primer instante solicitó ayuda: «No sé como la niña tuvo el valor de coger el teléfono y llamar a su madre». A pesar de los intentos frustrados del hombre por parar el vehículo, que llegó a desplazarse unos 270 metros por el torrente de Sa Riera, «el agua tenía mucha fuerza y el coche seguía navegando». Fruto de la desesperación Sintes llegó a abrir la puerta hasta en dos ocasiones para parar el coche empleando toda su fuerza. «Solo quería salvar a mis hijos», decía este jueves visiblemente emocionado ante los medios. «Cuando vi al policía con la linterna empezamos a chillar. Yo solo recé. El policía me pedía que pusiera tranquilo a los niños. Doy muchas gracias a estos hombres por salvarnos. Pusieron sus vidas en riesgo por nosotros. No tengo palabras»., ha concluido.

Su hija Carla tiene 12 años y al igual que su hermano también ha dedicado una carta a los rescatadores que ha leído en voz alta: «Gracias por salvarnos. Teníamos mucho miedo. Gracias a vuestra rapidez estamos a salvo. Para nosotros sois unos héroes. Os queremos». Los dos menores han recibido «por su valentía» una serie de obsequios de la Policía Nacional. Ellos y todos los familiares allí presentes se han mostrado muy emocionados al recordarlo todo.

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La madre de los niños, Marta Beltrán, fue la encargada de llamar a los equipos de emergencias tras recibir la alerta de su hija: «Lloraban todos histéricos, les dije que callaran y que solo hablara uno. Pensaba que habían tenido un accidente. Me decían 'agua' y 'Hoyo' y con eso ya pude saber que habían ido por ese camino. Todo ocurrió en una hora y poco pero para mi fueron como cinco o seis horas».

El agente de la Policía Nacional que encontró el coche, Oscar Mora Martínez, también ha explicado como fueron los primeros momentos del rescate: «Estábamos patrullando cuando recibimos el aviso. Era una zona frondosa y muy oscura. Con la lluvia era difícil ver algo. Había una rampa de barro inclinada y me arrastré por el suelo. Al llegar al torrente a la izquierda no vi nada y al apuntar con la linterna a la derecha los encontré. Primero vi la cara de la niña que estaba totalmente atemorizada. El coche se movía por la corriente. Estuvimos allí hasta que llegaron los bomberos. Les decíamos que no se movieran ya que si lo hacían movían el coche».

El bombero de Palma que participó en el rescate, Sergi Morcillo, ha relatado algunos momentos y detalles del auxilio: «El agua llegaba a una altura que cubría la mitad del coche. Tuvimos bastantes dudas de como acceder hasta el vehículo. Al final desde una orilla pudimos aproximarnos mejor. Con una cuerda hicimos como una cadena humana y sacamos a las tres personas del vehículo».

El otro oficial de la Policía Nacional que participó en el rescate, José Calisto Maestro, ha contado que al llegar no tuvieron casi tiempo y tuvieron que actuar rápidamente. «Es la situación más angustiosa a la que me he enfrentado. Hicimos una especie de cadena conseguimos sacar a la niña, luego al niño u al padre», ha asegurado. Por último, ha contado una anécdota del rescate: «El niño es un valiente. Durante todo el rescate no soltó las tablas de multiplicar que tenía en la mano. Decía que tenía deberes al día siguiente».