Imagen de varios jets privados en el aeropuerto de Son Sant Joan.

Los partido de izquierdas quieren obligar a los jets privados a que paguen una tasa balear. Han presentado una propuesta en el Parlament firmado por PSIB, Podemos y Més en la que piden la creación de esta nueva tasa sobre las emisiones de carbono de los jets privados para compensar los daños ambientales que originan. Proponen que este dinero sea finalista y se define a fomentar la transición ecológica en las Islas.

La llegada de jets privados a Baleares no ha parado de crecer en los últimos años y se calcula que solo el año pasado hubo más de 16.000 movimientos en Son Sant Joan y otros 15.000 en el de Ibiza, según cálculos de 2022. Son una de las cifras más altas de todo el Estado. En Ibiza ya se ha creado una plataforma para tratar de limitar estos vuelos, como se ha hecho en Palma con los cruceros turísticos.

El conseller de Mobilitat, Josep Marí, se ha mostrado a favor de establecer algunas limitaciones ante el notable aumento de vuelos que ha habido en los últimos años, pero esta misma semana reconocía que Baleares no tiene competencias para aprobar medidas de este tipo. Por esta razón, la propuesta que ha presentado la izquierda en el Parlament va dirigida al Gobierno de Pedro Sánchez, a quien se pide que actué ante la Comisión Europea para conseguir la singularidad balear.

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La propuesta señala que un jet emite dos toneladas de CO2 por hora, lo que supone 10 veces más que un avión comercial. Dos horas de vuelo en jet privado son el equivalente a las emisiones de todo un año de una persona en España. También añade que el queroseno que usan los jets está libre de impuestos, mientras que la mitad de lo que se paga por la gasolina para llegar un depósito son impuestos.

Los firmantes de la propuesta creen que ha llegado el momento de actuar a la vista de que el impacto del cambio climático será especialmente relevante en el Mediterráneo, donde se podrán alcanzar temperaturas de 50º. Recuerdan por ejemplo, que Baleares vivió el año pasado varias olas de calor con temperaturas máximas muy superiores a la media. Hubo cinco olas marinas, que pueden afectar gravemente a la posidonia.

La propuesta considera «evidente» que el turismo masivo, como el que se da en Ibiza, provoca procesos «nefastos» para la población, como la falta de vivienda por el aumento de los precios y el destino de muchos pisos a alquiler turístico ilegal. «La llegada de miles de jets privados supone un riesgo para nuestro ecosistema balear y un peligro a nivel mundial», añade.