Un obrero en una construcción. | M. Carreras

La Asociación de Constructores de Baleares ha lanzado este jueves un llamamiento «desesperado» ante la falta de mano de obra cualificada y n cualificada. «No encontramos ni peones», ha afirmado en una rueda de prensa la presidenta de la Asociación, Fanny Alba. Los constructores han hecho balance de la actividad del 2022 y han trasladado las previsiones para este año, haciendo especial hincapié en la falta de mano de obra y la «imposibilidad» de sacar vivienda asequible al mercado por la falta de suelo. Según han concretado, Baleares necesita a día de hoy entre 10.000 y 15.000 trabajadores en el sector de la construcción y ya no únicamente perfiles cualificados como meses atrás, sino de todo tipo de perfiles.

«No entendemos como un país con tres millones de parados, la mayoría de sectores no encuentran trabajadores», ha añadido Alba. En relación a la falta de suelo, la directora general, Sandra Verger, ha criticado el empleo de la figura del decreto ley para desclasificar urbanizables y su impacto en la menor disponibilidad de suelo. «No ha sido la manera apropiada, se ha hecho a espaldas del sector», ha afirmado. Además, ha añadido, la emergencia habitacional obligará a reconducir la limitación de crecimiento en altura, aunque sea en determinadas áreas.

La Asociación de Constructores ha advertido igualmente que la inversión en vivienda de protección oficial sigue siendo «insuficiente», ya que únicamente está sirviendo para atender las necesidades de las clases más vulnerables y no de la inmensa mayoría de la población, que también tiene dificultades para acceder a la vivienda. En este sentido, han reclamado un gran pacto de estado a largo plazo y una estrecha colaboración público-privada para evitar una quiebra total del acceso a la vivienda. También han alertado de una «cascada» de licitaciones desiertas por la falta de actualización de precios que, junto a la falta de mano de obras y el precio de los materiales, puede derivar en una «tormenta perfecta».

En relación al balance de actividad del año pasado, la Asociación ha destacado que la inversión total en construcción alcanzó los 2.431 millones de euros con un incremento del 13 %. En concreto, han explicado, la privada creció un 3 % con 1.622 millones, mientras que la pública lo hizo un 38 %, con 809 millones, al haber sido año preelectoral y la llegada de Fondos Europeos. En inversión privada, la vivienda unifamiliar sigue acaparando el grueso de la partida con un presupuesto de 780 millones. Se sigue incrementando la superficie y la inversión por el uso de mejores materiales.

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Por islas, destaca la bajada sufrida en Mallorca en contraposición con las subidas experimentadas en Menorca y las Pitiusas. El descenso de un 6% de la inversión en Mallorca se debe a la caída en vivienda principalmente y en sanidad, al haberse registrado en el 2021 los visados de los proyectos de ejecución de la reforma de Son Dureta. Por el contrario, en Menorca sube un 40% la inversión por la vivienda y los proyectos turísticos. En las Pitiusas el crecimiento es del 28% impulsado por la vivienda, sanidad y centros docentes.

Sin embargo, han advertido, las cifras del 2022 siguen confirmando que se crea muy poca vivienda en comparación con la demanda existente en una situación de emergencia habitacional. En concreto, en Baleares se han visado 3.560 viviendas, solo un 3% más que en el 2021, y muy debajo de las 15.000 que se visaban en el año 2007. Así, desde hace 13 años no se llega a las 4.000 viviendas al año, cuando deberían ser unas 7.000.

Los constructores han subrayado el caso de Mallorca, con un «importante retroceso» de la vivienda plurifamiliar en un23% y en un 1% la unifamiliar, aunque la plurifamiliar la modalidad más necesaria por la falta de vivienda asequible. Según han explicado, la convivencia en Palma y Calviá de dos planes generales hasta la aprobación definitiva del nuevo PGOU desanima la inversión y dificulta el desarrollo del suelo urbanizable programado.

En materia de VPO, la Asociación de Constructores ha resaltado la inversión del Govern en los últimos años, aunque sigue siendo «insuficiente». En concreto, en el 2022 se visaron 93 VPO por el Colegio de Arquitectos, un descenso del 6%, aunque según las cifras del Ibavi fueron 144, que no tiene la obligación de visarlas todas. «Durante años no se construyó ni una sola promoción de viviendapública. A pesar de todo, resulta insuficiente para atender lademanda actual y además se dirige al segmento con menos recursosde la población», han insistido. De este modo, han señalado que es «imprescindible» lacolaboración público-privada para ceder suelo público y hacer másvivienda social.