Francina Armengol, con los candidatos de Formentera.

Francina Armengol se compromete a que Baleares sea la primera comunidad autónoma en desplegar recién aprobada ley de vivienda estatal y declarar como zonas tensionadas la mayor parte del territorio balear para poder limitar los precios de los alquileres y ampliar el número de grandes tenedores. «Utilizaremos todos los instrumentos que nos dé esta ley para garantizar una vivienda digna a un precio digno», ha dicho este sábado la candidata del PSIB en un acto celebrado en Formentera, donde se presentó la candidatura socialista al Consell.

Armengol no solo prometió que Balears será el primer territorio de España en el que se aplique la ley, sino que anunció que, si gobierna, pondrá en marcha incentivos autonómicos propios que complementen los que prevé la ley. El objetivo es que los propietarios saquen pisos al mercado de alquiler.

Casas para vivir

«Lo pedimos y lo hemos conseguido», dijo la candidata. Armengol consideró que el acuerdo para aprobar la primera ley de vivienda estatal es una «magnífica noticia» y afirmó que estas medidas permitirán que las casas «sean para vivir y no para especular». La número uno del PSIB afirmó que su partido es el único capaz de dar soluciones al problema de la vivienda.

«Lo demostramos aprobando la primera ley de vivienda autonómica y ahora lo hemos reafirmado con el acuerdo para aprobar la primera ley de vivienda estatal», dijo en el acto en Formentera un día después de que los partidos de izquierda –al margen de EU– anunciaran un acuerdo para concurrir a las elecciones al Parlament.

Armengol aprovechó su intervención en Formentera para explicar que, en esta campaña de la renta, más de 400.000 personas en Balears se podrán beneficiar «del mayor paquete de deducciones fiscales de la historia». Frente a ello, puso como ejemplo al PP, «que promete bajadas de impuestos desde la oposición, pero que realmente los sube cuando gobierna».

Francina Armengol recordó también que los gobiernos socialistas bajan impuestos a quienes más lo necesitan mientras, en paralelo, refuerzan los servicios públicos gracias a un sistema tributario progresivo «que sube los impuestos sólo a quienes más tienen».