El poeta José Agustín Goytisolo murió a los 70 años, en la tarde de ayer, al caer de la ventana de su domicilio barcelonés. Todo apunta, según fuentes policiales, a que Goytisolo tomó la decisión de suicidarse y, aunque se ignoran las causas por las que lo hizo, eran conocidas las profundas depresiones en las que se veía inmerso.

Según explicó ayer la escritora Neus Aguado, íntima amiga del fallecido, el escritor se encontraba en tratamiento médico. Aguado dijo que, en sus conversaciones con Goytisolo, ambos habían coincidido en que se puede pensar en el suicidio, «pero que si lo piensas dos segundos, no lo haces». El mayor de los hermanos Goytisolo, todos escritores, a parte de ser considerado como uno de los autores más importantes del realismo social, formó parte de la llamada Escuela de Barcelona de la generación poética española de los 50, junto a los ya fallecidos, Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma.

Autor de una de las más originales y ricas obras poéticas de la literatura española contemporánea, sus poemas conjugan la veta lírica y elegíaca con la ironía y el sarcasmo, el sentimiento amoroso con una visión crítica y política de la sociedad. Entre sus poemarios más destacados se encuentran «Palabras para Julia» (1990) y «Novísima Oda a Barcelona» (1992), obra ilustrada por el pintor Josep Guinovart. Introductor de la obra poética de Lezama Lima y Borges en España, y antólogo de la poesía cubana, hizo las veces de puente comunicador entre los poetas de América Latina y la Península. Traductor de Pavese y Passolini, o de poetas catalanes como Salvador Espriu, entre otros, su constante quehacer en el campo de la poesía hispana posee un valor incuestionable.

Así, Goytisolo dirigió la colección editorial «Marca Hispánica» de poesía catalana traducida al castellano y, en 1994, publicó el CD «La voz y la palabra», en el que recitaba 20 de sus poemas más destacados. Goytisolo, durante su última aparición pública, que tuvo lugar durante la celebración de su setenta aniversario junto a un centenar de amigos en el Casal de Sarrià, el pasado mes de junio, manifestó que «si tuviera que volver a vivir todo lo que he vivido preferiría no volverlo a vivir».