La compañía «La Quimera de Plástico» representará a las ocho de esta tarde en el escenario de Can Ventosa la obra de Valle Inclán «La hija del capitán», subtitulada por su autor como «esperpento histórico». Tomás Martín y Andrés Cienfuegos son los responsables de la puesta en escena y dirección de este «retablo preciosista de chulapos y horchateros, de eclesiásticos y mucamas, olla podrida de plumillas y horteras», como la ha definido el crítico Pedro Barea. El precio de la entrada para esta única función pública (mañana lunes habrá una función matinal sólo para estudiantes) es de 2.000 pesetas.

Un elenco de 24 actores darán vida a «La hija del capitán», tercero de los esperpentos de la trilogía «Martes de Carnaval» (con «Los cuernos de Don Friolera» y «Las galas del difunto»). Localizada en la dictadura de Primo de Rivera, esta obra es un relato satírico de varios episodios históricos de los que Valle Inclán fue testigo, como el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923) y un turbio asesinato, conocido popularmente como «crimen del capitán Sánchez» (1913), que acaparó la atención de la sociedad de su época. La trama del texto está poblada de chantajes, casas de juegos, bellaquerías, negocios sucios y otras características propias de los bajos fondos sociales de una gran ciudad. Pero lo que destaca dentro de ese mundo caótico es la inestabilidad política de un país y su inevitable solución por medio de un pronunciamiento. Por tal motivo, el esperpento de Valle Inclán sigue teniendo en este final de siglo una marcada vigencia.