El filólogo Joan-Albert Ribas, normalizador lingüístico del Consell Insular, presentó ayer el último libro del poeta y escritor ibicenco Jean Serra. Haciendo referencia al título del mismo («Sense anar mes lluny»), Ribas se preguntó en voz alta: «¿De qué nos sirve recorrer el mundo si no sabemos conocer lo próximo?». Tal es la clave de esta obra en la que se recogen prosas y artículos escritos entre 1991 y 1996. «Algunos han aparecido publicados en diarios y revistas, pero son inéditas las notas del apartado final, escritas a propósito de la edición en 1996 de mi poesía casi completa («Estroncar el soroll»)», explicó el autor a este periódico.

Usando el simil de los círculos que deja una piedra al caer al agua, Joan-Albert Ribas explicó las motivaciones que a su juicio impulsan todo el trabajo creativo de Jean Serra, «que desde el primer círculo, el de su isla, va abriéndose hasta interesarse por todo lo universal que puede interesar a un hombre tan sensible e inteligente como él». Como referencia, recordó el caso de la poetisa norteamericana Emily Dickinson, «quien no se movió de su pueblo, escribiendo casi en secreto, y cuya obra tiene un reconocimiento universal».

A continuación, Jean Serra agradeció a todos los que habían hecho posible la publicación de «Sense anar mes lluny» (un trabajo «tan bellamente editado», apuntó), empezando por Joan Marí Tur, conseller de Cultura: «un libro es el resultado de un conjunto de trabajos que expresan ideas, reflexiones y sentimientos que esperamos puedan ser útiles a los demás», explicó el poeta, quien tiene ya terminado otro libro de poemas, «Entre paraula i silenci» (1995-1998) y está trabajando en uno más, «Fi de segle».

Por su parte, Joan Marí Tur, empezó su alocución recordando la figura de «Gabrielet», el prestigioso ceramista ibicenco, que falleció el día 21, «un artista magnífico y una persona entrañable cuya obra es un lujo para todos los que tenemos alguna pieza suya». Sobre el autor de «Sense anar mes lluny», el conseller de Cultura le agradeció una vida «dedicada a la poesía, esa hermosa rosa que también tiene espinas».