Adiós a un dramaturgo comprometido

La deteriorada salud del autor de «Historia de una Escalera» y «La Fundación» le obligó en los últimos meses a permanecer casi siempre en su domicilio. A pesar de ello, Buero Vallejo asistió el domingo pasado a una representación en un teatro madrileño de «La visita de la vieja dama», de Friedrich Durrenmatt, en cuyo reparto figura su esposa, la actriz Victoria Rodríguez. En el último año, Buero Vallejo ha asistido al reestreno de uno de sus títulos más representativos, «La Fundación», y al estreno (en octubre de 1999) de su última obra, «Misión al pueblo desierto», dirigida por Gustavo Pérez Puig y Mara Recatero.

Nacido en 1916 en la ciudad de Guadalajara, Buero Vallejo compaginó desde niño sus dos grandes aficiones, el dibujo y el teatro, «el juego más fascinante de mi vida», según dijo en una ocasión, y que luego se convertiría en una pasión. Considerado como uno de los dramaturgos españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX, el autor estuvo en la cárcel durante siete años tras la Guerra Civil española de 1936-1939, en la que participó en defensa de la República, y fue condenado a muerte en un juicio sumarísimo por «adhesión a la rebelión». Durante ocho meses permaneció a la espera de que se cumpliese la sentencia, pero, finalmente, la pena se le conmutó por la de prisión, en la que fue compañero de cautiverio del poeta Miguel Hernández. Esta experiencia carcelaria influyó sobremanera en su obra, en la que manifiesta una firme oposición a la censura de la libertad y revive el problema de la tragedia humana.

Premio Cervantes en 1986 y galardonado con otras distinciones como el Premio Nacional de Teatro y el Nacional de las Letras por el conjunto de su obra, el autor de «El concierto de San Ovidio» ingresó en la Real Academia de la Lengua en 1971. Buero Vallejo ha sido miembro correspondiente de la Hispanic Society of America, miembro honorario de la American Association of Teachers of Spanish and Portuguese y miembro del Comité Internacional del Teatro de las Naciones. Asimismo era socio honorario de diversas entidades culturales iberoamericanas.