R. C. / AGENCIAS El president Francesc Antich y la consellera de Cultura del Govern, Bàrbara Galmés, asistieron ayer a la inauguración de la Feria del Libro de Francfort, donde la cultura catalana es la invitada de honor y donde Balears participa a través del Institut d'Estudis Baleàrics (IEB). Las Islas han contribuido con 500.000 euros aportados mediante la firma de un convenio con el Institut Ramon Llull (IRL) y 260.000 para actividades extraordinarias. Por el sector del libro verdadero protagonista de la feria, acuden una veintena de editoriales y una cuarentena de escritores. En total, la presencia de la cultura catalana en Francfort ha tenido un coste de 12 millones de euros.

Pere Joan Martorell, director general de Cultura del Govern, apuntó que en los últimos meses se ha hecho un «intenso trabajo para mejorar el convenio firmado con el IRL para que el esfuerzo realizado se vea mejor reflejado». Optimismo y ganas de dar a conocer la creación balear en catalán son los sentimientos con los que viaja la delegación isleña. Así lo resumía Sebastià Serra, presidente del IEB. «Venimos a que conozcan más la producción cultural de Balears, que es viva y dinámica desde varios puntos de vista, no sólo desde el literario».

Una feria del libro es un gran mercado en el que los editores compran y venden derechos de autor, hacen contactos y mueven económicamente sus productos que, en este caso, son culturales, los libros. Por eso, según Martorell, se trata de que los editores «apuesten fuerte por nuestros autores y libros» y que consigan «muchos contratos». Tanto Serra como Martorell coinciden en que la producción cultural balear tiene la calidad suficiente como para exportarla «sin complejos».

Como se explica en el gráfico adjunto, además de la presencia de las editoriales, en Fráncfort habrá conciertos de artistas baleares; se inaugurarán tres exposiciones, una de ellas sobre Miró i Mallorca y se presentará Miró und Mallorca (Edi. Ensiola), la traducción alemana del libro Miró y Mallorca, que Pere A. Serra, presidente del Grup Serra, publicó en 1984 en Ediciones Polígrafa.

Una feria a la que sigue acompañando la polémica, por la escasa presencia de autores catalanes que escriben en castellano. Así lo puso de manifiesto ayer el director de la feria, Jürgen Boos, quien apuntó que la elección de Cataluña como invitado había suscitado la controversia «más fuerte y más política» de su historia. La causa, en su opinión «es una multitud de razones, como el nacionalismo, el regionalismo y la vanidad», precisó Boos.

La polémica se inició el año pasado cuando el Institut Ramon Llull decidió invitar a la feria únicamente a autores que se expresen en catalán. Acusado de partidismo nacionalsita, el instituto dio marcha atrás en junio e invitó a los autores que escriben en castellano; pero estos decidieron declinar la invitación tardía.

Los organizadores de la Feria de Francfort esperan que acudan a ella unos 300.000 visitantes.